Silence || Tokyo Revengers

UNO

Uteki se encontraba junto con Mikey y Draken, han estado toda la tarde conversando y jugando con cualquier cosa que encontraban. Hasta que salió a la luz la maravillosa idea de pasear en la motocicleta de Mikey.

Uteki no estaba nada seguro de esto, las motocicletas estaban hechas para un solo pasajero, y ese es el conductor, ya de por si caben dos personas, pero tres ya es suicidio.

Estuvieron mínimo quince minutos discutiendo sobre cómo Uteki debía de subirse a la motocicleta, esto siendo del lado de Mikey y Draken, y por otro lado Sugawara afirmaba que se matarían y que la motocicleta quedaría hecha mierda.

Finalmente se subió a la motocicleta luego de que Mikey le sonriera con una pequeña sonrisa en sus labios, "El cabrón sabe como comprarme", pensó Uteki.

Termino sentándose entre medio de los dos, con Mikey de conductor y con Draken detrás sin saber cómo se sentaba sin pasar para abajo. Tomo la cintura de Mikey por precaución y en unos cuantos minutos sintió como un suave viento impactaba con su cara. Sonrió con una leve mueca en sus labios, disfrutando del momento.

Cuando ya se aburrieron, se acercaron a una galería en donde habitualmente se apostaba gracias a las peleas clandestinas entre las personas de Touman. Una gran fuente de dinero, si se permite opinar Sugawara Ame.

Cuando ya llevaban unos metros de camino recorridos, escucharon gritos de varios chicos que se distorsionaban con la lejanía, y que con al irse acercando se iba entendiendo mejor lo que se gritaba, dejando entrar por sus oídos los eufóricos gritos de personas gritando Kiyomasa, y unos vagos lamentos diciendo Takemichi.

Al ya estar frente de la disputa, visualizo a un chico de su edad peleando con alguien mucho más joven que ellos. El primer chico era alto, pero no tan alto como su amigo Draken, y se notaba a simple vista como era fuerte gracias a su corpulento cuerpo. Fácilmente podía ser cuatro Utekai en uno solo.

El otro chico era mucho más joven y bajo que su contrincante, lo veía por las facciones de su cara, las cuales de por sí, se encontraban magulladas y ensangrentadas debido a los múltiples golpes que recibió de Kiyomasa.

Si, porque conocía a Kiyomasa, bueno más bien lo conocía de rostro, sabía quien era y sabia las cosas que hacía supuestamente en el nombre de la pandilla.

Uteki venía al lado de Mikey, quien estaba comiendo un delicioso dorayaki, de vez en cuando le dejaba comer a Sugawara, pero sin dejar que lo tomara, al fin y al cabo era su comida, pensaba Uteki, quien no le preocupaba que se estuvieran dando un "beso indirecto" entre ellos dos.

Draken que iba más adelante, exclamó: — ¡Oe, Kiyomasa!

Kiyomasa se dio medio vuelta, encarando a Draken que había interrumpido la disputa entre él y el otro chico rubio. 

— Has arruinado la Corona — Draken siguió avanzando mientras que Mikey le daba a Uteki el papel sobrante del dorayaki que se comieron entre los dos, mientras que el más pequeño guardaba el papel en uno de los bolsillos de su chaqueta —, ¿estás seguro de que sí estás trabajando? Aunque después de todo eres el anfitrión de aquí.