DOCE

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SPOILERS DEL CAPÍTULO 34 DEL MANGA Y 13 DEL ANIME.

Uteki despertó de un de repente, revisó el reloj digital que había en el mueble al lado de la cama y visualizo que eran cerca de las siete de la mañana

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Uteki despertó de un de repente, revisó el reloj digital que había en el mueble al lado de la cama y visualizo que eran cerca de las siete de la mañana.

Ni siquiera había sonado la alarma y él ya estaba despierto. Odiaba su horario, se dormía demasiado temprano y se despertaba muy temprano.

Un esclavo de la educación. Eso es lo que era él.

Salió de la cama de Satoru, quien aún seguía durmiendo con la boca abierta y roncando de tal manera que podría hacer caer el edificio entero.

Entró al baño y realizó sus necesidades. No entro a bañarse debido a que iría a los baños públicos con los chicos.

Se lavó las manos y fue a la cocina a preparar el desayuno. Al ir cruzando por el pasillo, vio que había algo metálico en el suelo de la entrada, se agachó y vio que era la matricula del auto que había tomado hace unos días.

Se dirigió rápidamente a su habitación, y vio todas las colecciones que tenía.

En una de las cuatro paredes tenía colgadas las matrículas, yendo en orden cronológico de tomadas.

Apoyada en esa pared estaba su cama. Frente a ella había una repisa en donde habían alrededor de unas ocho cámaras de video de distintas épocas. Era su máxima adquisición.

En un escritorio frente a la ventana que daba a la calle, habían monedas de distinto tipo y color. Esas eran más fáciles de encontrar, pero no le parecían tan interesantes como lo son las matrículas o cámaras, que pueden visualizar de todo.

Dejo la matrícula en el escritorio, y abandono la habitación. Se dirigió por el pasillo, escuchando los ronquidos de su padre, hacia la cocina. Puso el agua cuando llegó y empezó a cocinar algo que sea apetitoso para ambos.

Luego de tener el desayuno listo, despertó a su padre, quien le gruñó y se dio media vuelta en la cama para seguir durmiendo.

Uteki suspiró. La misma rutina de los sábados.

Decidió que iba a limpiar hoy, no tendría la tarde libre, ya que saldría con los chicos, y se puso a trabajar.

Estuvo una media hora o incluso más haciendo limpieza, su hogar normalmente está deshabitado debido a que él está en el instituto y su padre trabaja la mayor parte del día, y por lo tanto acumula demasiado polvo.

Intento otra vez levantar a su padre, viendo que ya eran las nueve, lograndolo luego de pegarle un escobillazo en la espalda a su padre.

Satoru desayuno una comida helada, por no levantarse temprano y Uteki le acompaño mientras conversaban amenamente.

Hoy le tocaba a Satoru cocinar y Uteki haría los deberes por mientras.

Un día más en la vida de los Sugawara.

Silence || Tokyo Revengers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora