tokyo revengers x male oc
NO YAOI/NO BL
Sugawara Ame es un chico tímido. No le gusta hablar. Para nada.
Le da demasiada vergüenza abrir su boca en frente de gente desconocida.
Es uno de los fundadores de la tan conocida Tokyo Manji. Y vaya que llev...
Crossover entre la obra "Ocean" de Natsu_cchi y "Silence"
Narrado luego del Bloody Halloween (después del arco de Valhalla)
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Era la primera semana de noviembre, y el recuerdo doloroso que había ocurrido el 31 de octubre aún se sentía latente en su corazón.
Sugawara Ame ha estado hospitalizado desde aquel día, debido a las graves heridas y contusiones que tuvo hace unos días atrás.
Su padre le iba a visitar todos los días desde que esta internado, pero especialmente ese día no pudo ir debido al trabajo que debía de hacer y por realizar horas extras.
Lamentablemente las deudas no se pagan solas.
Estaba acostado en la camilla, junto con una pequeña radio, la cual estaba reproduciendo una emisora con canciones aleatorias que los oyentes recomendaban a los locutores. Estaba tan ensimismado observando el arquitectónico paisaje que se vislumbraba por la ventana, que no sintió la presencia de una persona en la puerta.
— Uteki-senpai.
Giro su rostro hacia la puerta de la habitación, y vio a Eiji parado en el umbral de aquella entrada, le sonrió amenamente y le saludó con la mano desde su posición.
Eijo se acercó a la camilla, mientras hablaba sin parar sobre como se había sentido el mayor en estos días y dándole ánimos para que se moviera aquel día.
— ¡Vamos! Tienes que salir de allí, me lo dijo la enfermera cuando supo que venía a visitarte.
— Pero no quier-
— ¡Que te levantes!
A regañadientes, se sentó en la camilla, y giró su cuerpo lentamente hasta sacar las formadas piernas de las sábanas y dejándolas colgar por el borde.
— ¿Te duele?
Uteki no contestó, solo se quedo mirando sus pies apenado de su condición actualmente. Tenia ganas de llorar por todo. Por Baji, por su padre, por sus amigos, por el mismo.
Pero se abstuvo, retuvo sus sentimientos represivos, y tomando la mano que le ofrecía el chico alto, se impulsó con sus propias piernas, y se paró descalzo en el suelo.
Apretó fuertemente la mano del pelinegro, y sintió como el mundo se le venía encima con tal brusco movimiento.
"Tan imprudente como siempre" pensó regañandose así mismo.
— ¿Qué sucede? ¿Te mareaste? ¿Llamo a la enfermera? ¿Ay, qué hago? — Eiji, el chico alto y pelinegro, estaba entrando en una crisis al ver como todo aquel plan iba de mal en peor.
Quiso ir a donde la enfermera y cuestionarle el porque no hacía su trabajo.
— Tranquilo... solo fue un mareo y mis piernas están algo débiles por no moverlas durante días.
