HURT ME (Jenlisa)

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-No te detengas Jennie...- Lisa tomó de la cintura a la coreana y acercó su rostro peligrosamente quedando así a centímetros.

-Mirame Manoban, tengo que hacerlo por más que... esté muriendo de ganas por besarte no... puedo hacerlo.- Jennie recitaba mientras que Lisa hacía un juego de acercamiento de labios sin llegar a rosarlos. La morena estaba apunto de desmayarse, el claro juego de tentación que hacía la tailandesa la estaba haciendo dudar hasta de su propia existencia, está emocionada y concertada, sentía su cuerpo acérale el latido de su corazón y sus labios quemar por querer el roce de los de Lisa una vez más.

-Hazlo Jennie. -Lisa susurró sobre los labios de la morena, haciendo que su aliento llegara a los de la morena.

La mayor respiro profundamente y cerró sus ojos unos segundos. -Si lo hago saldrás corriendo como lo hiciste en mi cuarto, quiero hacer las cosas bien Lisa.- Jennie alejo su rostro de la tailandesa unos centímetros para poder observar sus ojos color miel gracias a la luz del día y después descender a sus labios que se veían cada vez más apetecibles.

Lisa estaba siendo llamada verdaderamente por los labios de la coreana, tenía unas ganas inmensas de besarla, el miedo por primera vez no la estaba consumiendo, habían errores que no te llevarían al infierno y también había errores que podrías querer cometer, ¿Este es uno de eso? El querer tan profundamente besar a una mujer ¿Era uno de ellos? O mucho más claro, el querer besar a Jennie Kim ¿La llevaría al infierno?

Jennie estaba en la misma dicha que la tailandesa, quería besarla en verdad quería hacerlo pero no podía dejar a Lisa alejarse por el maldito miedo de sus padres, lo anterior se había arreglado fácilmente pero no sabría si lo siguiente sería igual.

Lisa presionó la cintura de la más baja. -No voy a huir, tus besos...- Lisa acercó nuevamente su rostro a el de la coreana dejando un casto beso sobre la comisura de sus labios.

Jennie oficialmente habían perdido la cordura que había esperado guardar con Lisa.

-Son tan jodidamente adictivos que...- Lisa dejo otro delicado y suave beso en el otro extremo de sus labios. -Me quitan el maldito sueño.

Con esa última palabra Jennie compacto sus labios con los de la tailandesa, jalando del cuello aquella chaqueta de mezclilla que lucia tan bien en ella, las manos de Lisa se deslizaron a la piel de su espalda y después de eso se atrevió a tomar el labio inferior de la coreana entre los suyos, era un beso suave, delicado, cálido, fuera de tener lujuria en el, en el se podría sentir la nueva adictiva mezcla de sabores, aquel lipgloss de vainilla junto el de fresa de la coreana habían creado un manjar; a los pocos segundo Jennie pidió la entrada de su lengua rozando esta con el labio inferior de Lisa haciéndola aceptar tranquilamente, los suspiros por parte de ambas chicas estaban siendo presentes junto con las caricias en la piel de Jennie que le otorgaba Lisa gracias a ese corto suéter de cuadros.

Jennie rodeo con sus brazos el cuerpo de la más alta pegando su cuerpo aún más, la respiración de ambas eran aceleradas y el aire empezaba a faltar haciendo que ambas se separaran, al momento de hacerlo Lisa pegó su frente a la de la más baja.

-Puede que sea un error, pero quiere volver a cometer este error mil veces. Aceptaré ir al infierno si puedo probar tus labios una vez más Jen. -Lisa dijo jadeante entre respiraciones.

El corazón de Jennie empezó a latir locamente y no solamente por el hecho de que minutos antes había contenido profundamente su respiración si no por el hecho de que Lalisa Manoban le admitía volver querer a besarla mil veces si era posible sin importarle que esté mal.

-¿Que significa eso?.- Pregunto Jennie al igual que Lisa con la respiración errática y rogando que su corazón no pudiera ser escuchado por Lisa.