HURT ME (Jenlisa)

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Dentro de una habitación que gritaba adolescencia estaban dos chicas observando una película, una tailandesa de cabello corto metida completamente en la trama, recostada en la cama matrimonial de la habitación, con un tazón con poco menos de la cantidad inicial de palomitas junto con unas barritas de chocolate con almendras en su costado y una botella de jugo que horas antes habían comprado para el esperado plan de final del día; del otro lado de la habitación en un espacio destinado para poder recostarse a un costado de el hermoso y gran ventanal para poder observar un gran paisaje estaba una pelinegra de mejillas regordetas metida en sus pensamientos y hundida en sentimientos que no eran para nada placenteros, está estaba sentada con la cabeza en sus rodillas y sus brazos enredando estas.

-¡Nini! -Dijo Lisa por tercera vez lanzándole un puñado de palomitas a su compañera de habitación sacándola así de su trance. -¿Que es tan interesante para ignorar todo a tu alrededor?

Jennie compuso su postura y se sentó bajando ambas piernas recargando la espalda en el ventanal para así poder observar a la tailandesa correctamente. -Nada, creo que estoy algo cansada. -Respondió con una expresión seca al igual que su voz, una que no detonaba enojo si no más incomodidad o melancolía.  

Y tenía razón alguna para sentirla o bueno eso es lo que pensaba la morena, el día había sido perfecto después de la disculpa que Lisa había hecho antes de querer salir con Jennie, pero todo se derrumbó una vez más en el momento que Lisa le había negado profundamente a Sehun cualquier rastro o intención de mantener una relación en la que ambas chichas estuvieran juntas, parecía una idea realmente tonta pues aunque era verdad el que ambas chicas no mantenían alguna relación más allá de una amistad la morena seguía teniendo fuertes sentimientos por la tailandesa que eran lastimados gran parte del tiempo al Lisa no saber pensar antes de hablar.

-Estás demasiado pensativa y callada desde que volvimos de el paseo, ¿Segura que es solo cansancio? -Pregunto Lisa levantándose de la cama para sentarse a un costado de la coreana enrollando un brazo en los hombros de la mayor intentando darle un sentimiento de apoyo.

Aunque curiosamente la menor en vez de dar apoyo con un abrazo hizo que Jennie se sintiera aun peor con la mezcla de sus emociones, lo cual fue expresado en la rigidez que adoptó su cuerpo para alejarse poco a poco.

-Solo es cansancio, puedes dormir aquí hoy, iré a dormir con Ella, tengo que hablar con ella de algo urgente aunque sea tarde, acuéstate, volveré más tarde. -Dijo la morena tomando una sudadera de su armario para cubrir sus hombros descubiertos por su pijama.

-Sabes que estoy para cualquier cosa, terminaré de ver la película en lo que vuelves, te espero. -Dijo la tailandesa arrojándose a la cama y cubriendo su cuerpo con las sabanas de estas.

-No me esperes, probablemente duerma con Ella, descansa.- Dijo Jennie antes de salir.

La morena empezó a caminar directamente a el patio trasero que su familia compartía con la familia de Jisoo, los minutos empezaron a correr convirtiéndose en horas hasta dar las 11 de la noche, sorprendentemente el clima no era frío, ofrecía una calidad sin necesidad de llegar a ser húmedo, la morena seguía en la misma posición desde que había llegado por lo que tenía un malestar en la espalda y sus pies totalmente arrugados de estar agitándose en el agua de la alberca.

La morena pensaba, en realidad trataba de subirse los ánimos tratando de arreglar todas sus ideas pero nada funcionaba, en lugar de eso cada vez se sentía peor, Lalisa Manoban era una de la personas más puras, cálidas de corazón, humildes, admirables y respetables que conocía pero de alguna manera ella siempre terminaba herida ante las palabras de la más alta, habían pasado años y aún así Jennie mantenía en su corazón a la pelinegra de cabello corto y ojos chocolates, había estado pensado y repasando lo que Lisa le había dicho a Sehun, cada palabra había sido real por lo que su conciencia le decía que no debía sentirse mal, pero otra parte de ella no dejaba de hacerlo ante la posibilidad de que nunca su se diera algo entre ellas.