HURT ME (Jenlisa)

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Tal como se ha dado a conocer durante toda la existencia de la humanidad, el tiempo había empezando a correr de la manera más veloz, pero no sin antes dejar una pequeña gran huella en el corazón de cada persona existente.
Habían pasado ya poco más de cinco meses, cinco meses en los que la joven pareja había compartido innumerables momentos, aquellos que habían demostrado cada vez más el amor que ambas se habían estado proclamando, aquellos que las habían llenado de alegría y pasión por la otra, unos que habían marcado el corazón de la otra y otros que habían pasado desapercibidos que pero que de igual manera eran irreemplazables por el cariño que mantenían.

Entre ellos están aquellos recuerdos de cuando cumplieron su primer mes:

Flashback (Agosto 23)
Eran poco más de las cinco de la tarde, ambas chicas habían salido con gran prisa al término de sus clases gracias a la presión de la morena.

-¡Yahhh amor! Dime a donde vamos.-Lisa dijo con los ojos vendados mientras cruzaba sus brazos y había un puchero en dirección de la morena que iba conduciendo.

Como la proclamación de su primer mes siendo pareja Jennie decidió planear un pequeño momento realmente significativo, había pasado al igual que Lisa la última semana pensando en cuál sería el regalo perfecto y que tanto merecería su amada. La morena había decidió que claramente su novia merecía todo tipo de regalos pero tristemente no tenía el presupuesto para llenarla de estos, por lo cual como primer idea se decidió por un par de anillos de gemas de colores, realmente bellos.

Por la otra parte un bello juego de collares de plata con las letras "L" y "J"como dije marcados en la parte trasera con los números 23/08 terminaron siendo el regalo que Lisa le había hecho a su bella novia, entregándoselo de la manera más linda después de que Jennie le jugará una pequeña broma al contestar "¿Lunes?" después de preguntarle "¿Sabes que día es hoy mi amor?"

La pelinegra se estiro un poco y tomó la mano de Lisa entre la suyas para colocarla sobre la palanca de velocidades del auto. -Ya sólo me falta estacionar el auto cariño, espera unos minutos más.

Jennie había optado por un bello parque a las afueras de la ciudad, uno que estaba en un punto demasiado alto y con una vista asombrosa.

-Ya te puedes quitar la venda cariño. -Dijo la morena.

Lisa se la retiró lentamente mientras se acoplaba a la iluminación que aún daba el día y parpadeo unas pocas veces antes de dejar de respirar por unos segundos. -Dios amor esto es precioso.

Frente a ambas jóvenes estaba una vez más un bello atardecer, uno que a comparación de los muchos que ya habían compartido ahora mostraba luces violetas; una de las mejores elecciones que había hecho Jennie en su vida, el compartir todo lo bello con quien amaba.

-Sabia que te iba a encantar, pero en realidad no es nada comparado a lo que pasará después de esta maravilla. -Jennie se estiro en busca de la canasta que había guardado en la parte trasera y que estaba segura que Lisa no había visto. La colocó en sus piernas y sacó parte de su contenido. -Vamos a comer mientras esperamos por lo viene después, ¿Gustas un sándwich? -Preguntó con una sonrisa.

Lisa le robo un corto beso a su novia y asintió con su cabeza. -Sabes unos sándwiches no podría hacerle competencia a mis hamburguesas frías, tendrás que esforzarte más la próxima vez preciosa. -Lisa dijo con un tono de superioridad casi acomodando su porte frente a la joven que ya se estaba muriendo a carcajadas.

-Prometo que la próxima vez será mucho mejor, pero por lo menos yo tengo un regalo de disculpa por la terrible comida. -Giño su ojo derecho y de la canasta sacó un disco envuelto con un lindo listón amarillo tendiéndoselo a la tailandesa.