HURT ME (Jenlisa)

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El teléfono celular de Jennie empezó a sonar.

La tailandesa lo giró y observó la pantalla. -¡Nini te hablan! -Grito la tailandesa para la morena.

Eran las nueve de la mañana y la morena se había metido a la ducha pocos minutos antes dejando su teléfono cargando en su habitación, Lisa estaba viendo una serie desde que había despertado, por lo que seguía debajo de la sábanas aún en pijama.

-¡Contesta ya casi salgo! -La morena gritó desde la regadera.

-Okeeey. -Lisa presionó la opción de aceptar la llamada. -¿Bueno?

"Buenos días, ¿Habló con la señorita Kim Jennie?"

-Buenos días, disculpe ahora está hablando con Lalisa Manoban, ella está ocupada en este momento pero puede dejarme un mensaje si gusta o volver a llamar en unos veinte minutos si es urgente.

"Muchas gracias, pero me gustaría atender el asunto propiamente con ella, regresaré la llamada en el tiempo indicado, hasta luego"

-No hay de que, me parece bien, hasta luego. -La tailandesa colgó la llamada justo en el momento en que Jennie salió del baño.

-¿Quien era? -Jennie mantenía su cuerpo enredado con una toalla blanca y con otra secaba su cabello.

Lisa recorrió el cuerpo de su novia con su mirada, se levantó rápidamente de la cama y la enrollo con sus brazos. -Te ves como una diosa. -Le dio un pico en los labios.

-Soy una diosa cariño, no solo me veo como una. -Jennie afirmó separándose de la tailandesa que ahora dejaba una suave carcajada mientras afirmaba con sus cabeza y se acercó a su closet. -¿Entonces?

Lisa se dio una palamada en la frente. -Y humilde también. -Ambas soltaron una carcajada. -No pregunte quien era.

-¿Entonces de que hablaron? ¿No tenía registrado el número? -Jennie dejó caer la toalla que cubría su cuerpo dejando al descubierto un conjunto de ropa interior blanca sumamente característica de la marca Calvin Klein.

Lisa apretó suavemente el trasero de la morena mientras negaba con la cabeza. -No lo tenías registrado, me preguntaron por ti, dije que estabas ocupada, que podían llamar más tarde o que me dejaran un mensaje. -Lisa se aventó a la cama. -Pero el número era de San Francisco, así que supongo que debía de tener algo que ver con Sehun.

-Puede ser, hablando de él, hace mucho que no lo veo. -Jennie se colocó unos jeans negros y una playera blanca.

El verano estaba pasando lentamente, la primera semana en San Francisco se había resumido en Lisa lastimando a Jennie, Jennie poniendo celosa a la tailandesa y algunas que otras peleas personales y emocionales; la segunda se había vuelto maravillosa concluyendo con hermosos momentos de la para ese fin oficialmente pareja secreta; ahora estaban en la tercer semana, a pocos días de empezar la cuarta y última semana antes de iniciar el último año de preparatoria, estos pocos días volviéndose igual de maravillosos y felices, no pasando desapercibidos por la familia de la morena que tenía pegado a su rostro una sonrisa 24/7 y a su cuerpo a una tailandesa cariñosa gran parte del tiempo.

La familia Kim había aprendido con el paso de los años que no pueden saber todo sobre sus hijas, que ambas tenían privacidad y también debían a aceptar que ellas debían estar listas para compartir con ellos lo que desearan sin presionarlas en hacerlo por lo que estas últimas dos semanas se habían hecho tontos al observar el cambio de actitudes entre las dos jóvenes.

Lisa rodó sus ojos. -Y no necesitas hablar con el o volverlo a ver.

Jennie desafío con su mirada a la tailandesa. -¿Que es esto? ¿Una pequeña escena de celos? -Jennie empezó a reír. Se acercó a la tailandesa que estaba sentada en el borde de la cama y se colocó entre sus piernas.