HURT ME (Jenlisa)

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Poco tiempo pasó para que Rosie se fuera del hogar de la familia Manoban y Lisa bajará al comedor, puesto que su madre había salido pocas horas antes de su trabajo.

-Hola señora madre.- Lisa abrazaba a su madre por la espalda y le daba un beso en la mejilla.

-Hola cariño, ¿tienes hambre?  -Lisa asintió con su cabeza. -Ya casi está lista la comida, mientras puedes poner la mesa.  -La Señora Manoban respondió mientras agregaba condimentos a aquel platillo.

Lisa se dirigió a la alacena y empezó a tomar los utensilios que necesitaba. -Bastante de hecho, tengo buenas noticias. -La tailandesa sonrío desde el comedor.
Lisa desde pocos días había pensado en la probabilidad de decirles a sus padres sobre el hecho de que Jennie y ella habían vuelto hablar, era una de las mejores y peores ideas que había tenido pero solo había pensado en el hecho de decirles que habían vuelto a ser amigas, no el hecho de que tal vez le estaba empezando a gustar mucho más que una amistad.

-¿Que paso cariño?. -La señora estaba sacando los platos de la alacena.

-Bueno hace mucho tiempo Jennie y yo tuvimos una discusión y desde ahí nos dejamos de hablar, pero hace poco días...- Lisa decía pero fue interrumpida por su madre.

-Volvieron a ser amigas.- El rostro de Lisa expresó confusión, mientras la señora Manoban reía.- Lalisa soy tu madre, se todo lo qué pasa sobre ti, además en todo el tiempo que ha pasado desde que volvieron de ese viaje ni los Señores Kim o tú padre y yo hemos ido a parar en la oficina del señor Sabino por alguna de sus peleas inmaduras.

Lisa volvió a la cocina. -Woo, que comunicativa eres madre.- Lisa contesto haciendo reír a su madre. -¿Que piensas sobre eso?.

-Me encanta la idea Lisa, siempre he amado lo feliz que esa amistad te hace, además Jennie es una chica muy buena, linda, talentosa, inteligente, social y educada, me alegra que ambas puedan tener nuevamente la oportunidad de hacer crecer y ver crecer a la otra como persona o ser humano.- La señora Manoban transportaba los platos a la mesa con ayuda de Lisa.

-Bueno si que te encanta alabar a los demás. -Lisa dijo seria.

Pocas veces sus padres lograban reconocer el esfuerzo que su hija hacía para complacerlos, se mataba en sus cientos de actividades para siempre ser la mejor pero todo parecía irrelevante para sus padres por lo que atraía la atención de otras personas para sentirse mejor consigo misma.

-En realidad eso es lo que menos me gusta de ella, hay muchas chicas con las mismas características, pero Jennie es una de las personas más maduras que conozco a pesar de ser tan joven, ella sabe que es el amor y también daría cualquier cosa por sus amados, sus sueños eran tan grandes y espero que siga con la misma ambición, ¡MINNIEEE YA ESTÁ SERVIDO!.- Lisa y su madre se sentaron en su lugar del comedor.

-¿Entonces te encanta de idea de tenerme nuevamente todos los días fuera de casa?.- Lisa pregunto llevándose un bocado a la boca.

-Amo esa idea en cada mínima parte.- Respondió la señora Manoban bromeando mientras se ría de Lisa que había colocado una mano en su pecho y simulaba dolor en este. -Pero preferiría tener a ambas en la casa todos los días.

-¿Que idea?.- Minnie preguntó al momento de sentarse en la mesa a un costado de su hermana.

-Que tu hermana volverá a pasar todas las tardes en casa de los Kim. -La señora Kim se llevó un bocado a la boca.

-¿Volviste a hablar con Jennie?.- Minnie preguntó mientras Lisa sentía con la cabeza. -¿Recuerdas cuando Jennie dijo que ella y Lisa se iban a casar porque la iba a amar toda su vida?.- Minnie le preguntó a su madre, Lisa empezó a toser fuertemente al reaccionar a la pregunta mientras que las dos restantes de la mesa reían.