HURT ME (Jenlisa)

-47 (Parte 2)-

Lisa decidida y sin pensarlo mucho para no perder el coraje tecleo rápidamente un: el tres de enero te iras a la mierda.

El terror no duraba para siempre, el dolor claramente no duraría toda una vida, el valor no permanecería ante el orgullo y el amor no siempre vería la luz del día, no siempre sería el ganador en la historia, no siempre lucharía ante las demás ambiciones humanas.

Lisa alzó su mirada y observó como Rosie se tragaba sus palabras, podía ver como sus labios decían los números de manera silenciosa mientras que sus ojos se encargaban de asesinarla en todas las formas posibles. La tailandesa giró su cuerpo en busca de la botella de agua que Jackson la había hecho arrojar. -No puedo hacerlo más Rosie y espero que lo entiendas, es demasiado para mi.

Rosie sintió su cuerpo explotar ante las calmadas palabras de Lisa. -¿¡Que mierda no puedes hacer más!? ¿¡El pelear por tu relación!? ¿¡El querer enfrentar a el idiota que te amenaza!? ¡Eres una maldita cobarde y una egoísta! Tu no eres la única que está sufriendo Lalisa. No eres solo tú, también está Jennie. -Rosie giró bruscamente a el cuerpo de Lisa. -La cual me prometiste que no lastimarías. ¿Recuerdas su mirada? ¿Como cada vez que sus ojos conectaban contigo brillaban como diamantes y como inmediatamente ponía una sonrisa? ¿Recuerdas cuantas veces ella estuvo a punto de sacrificar cosas por ti? Y tú te rindes a pagarle de esta manera. -Gritó cada palabra, empujaba a Lisa con su dedo. 

Lisa guardó sus palabras, claro que recordaba a la morena, como esos hermosos ojos color chocolates y su brillo nunca lograban salir de su cabeza, recordaba aquella platica donde Jennie le había confesado que ella era una de las razones por las que había empezado a buscar becas en el estado; tenía en su mente clavadas cada una de las veces en las que Jennie la había tomado como su musa para sus pinturas y en su corazón plasmados cada uno de los te amo que compartieron.

Su corazón se estrujó mucho más de lo que pensó que en realidad lo haría, sabía que llevaba ya más de una semana roto pero... ahora... las cicatrices anteriores volvían a abrirse volviéndose incluso más profundas.

Lisa pasó su mano por su cabello. -¿Y entonces que demonios hago? -Dio un paso al frente. -Adelante si, soy una maldita cobarde y toda una egoísta porque estoy poniendo los sueños de Jennie incluso antes de los míos, porque busqué hasta debajo de las piedras soluciones inexistentes. -Lisa empujó fuertemente a Rosie. -Por que también fui a hablar con el dueño de la empresa donde estoy firmada para rogarle por ayuda sin importarme si podía terminar el contrato de mis sueños Roseanne. -Clavó su mirada en su mejor amiga. -Fui con el Señor Kim porque se que Jennie es como una hija para el y no dejaría que su futuro se destrozará como probablemente el mío lo hará. -La empujó de nuevo. -Soy una maldita egoísta porque estoy tratando de mantener a la mujer que amo fuera de todos los problemas, fuera de mis problemas familiares. -Se apuntó al pecho. -Fuera de el odio que siento por mi misma y fuera de la enferma mujer que me estoy volviendo Park. -Sus palabras ya no eran bruscas, ya no eran dagas, se volvieron líquido que esmeradamente rodaban por sus mejillas y por su garganta. Dejó de hablar. El rostro de Rosie cambio de facciones a unas más tranquilas. Lisa respiro profundamente mientras trataba de calmar sus lágrimas. -No soy una cobarde Rosie y mucho menos estoy siendo egoísta, solo estoy siendo humana, me siento en un mar de problemas donde al parecer no se nadar... soy mucho más débil de lo que creí y no puedo atar a Jennie a todo esto, no puedo dejar que ella también se ponga en la misma posición, el dolor que le causaré será momentáneo e incluso con el tal vez se esmere más en lograr todo lo que se propone, cada uno de sus sueños. -Rosie agachó la mirada. -Yo no la quiero a mi lado si no tengo nada que ofrecerle. -Alzó sus brazos señalando todo el lugar donde ambas estaban mientras daba unos pasos en revesa. -Cuando podría estar corriendo el riesgo de perder el único lugar donde puedo vivir. Es más ni siquiera se como voy a poder pagar mis colegiaturas de los próximos seis meses Rosie... -Se limpió sus lágrimas con brusquedad. -Estoy desecha y aún estoy tratando mantenerme de pie, siento mucho que creas que tengo el afán de lastimas a Jennie, pero en este momento tengo cosas vitales con las que lidiar. -Se alejó de su mejor amiga y fue directamente a su cuarto; cerró la puerta de un portazo para después ponerle seguro y dejarse deslizar en ella hasta caer en sus rodillas.