Hora 39
Las chicas habían llegado al restaurante "El paraíso" hace más de 30 minutos, la brisa del mar era una deleite en cada extensión, habían decidido tomar lugar en las mesas que se encontraban en el exterior para tener una mejor vista de el hermoso paisaje. Cada chica había pedido un platillo diferente, en la mesa había unos cuentos acompañamientos, botanas, ensaladas, algunas frutas y algunos aderezos, pero claramente el más importante, llamativo y también el más barato fue el platillo de Jisoo, la mayor de las Kims se había enfrentado en una pequeña discusión por la última cubeta de pollo frito en donde salió victoriosa claramente, Dios, debería haber algún tipo de centro de ayuda en donde pudieran ingresar a esta chica.
Jisoo trago un bocado de su pollo bañado y salta picante. -Te tengo una apuesta Manoban. -Lisa alzó su mirada a esta. -Si gano me compraras una nueva cubeta de pollo frito y besaras a Jennie, si pierdes haré lo que tú quieras.- Giro su rostro y le guiño un ojo a su mejor amiga.
Jisoo fue la primera en apostar, era claro, son adolescentes o bien adultas en el inicio de aprender a serlo, ¿Quien en su adolescencia no amaba hacer apuestas?, el espíritu competitivo, la adrenalina en cualquier reto estupido o riesgoso, la respuesta es obvia, todo el mundo a esa edad estaba dispuesto a cualquier cosa porque por naturaleza eres estupido y los demás no te pueden juzgar por serlo, nadie espera más que eso cuando eres joven.
Jennie dejó caer los cubiertos dramáticamente en su plato. -Espera, ¿Por qué estoy yo en...?- Jennie estaba totalmente alegre ante aquella apuesta, ansiaba besar los exquisitos y suaves labios de Lisa una y mil veces más pero necesitaba sonar en contra de ello para no levantar sospechas en la tailandesa la cual claramente era un poco lenta en procesamiento pero Jennie no iba a ser directa hasta saber que tenia a Lisa en sus pies.
-Acepto.- La tailandesa de cabello corto interrumpió a Jennie, no dudo ni un segundo en contestar, ambas chicas estiraron su mano derecha cerrando el pacto.
Jisoo volvió a sentarse en su lugar y tomó un nuevo pedazo de pollo. -¿No te interesa saber que harás si pierdes Jisoo?.- La tailandesa cuestiono siguiendo los mimos movimientos de la mayor de las Kim.
Las carcajadas se hicieron presentes en las pelinegras y en la rubia que estaban en la mesa.
-¿Qué?- cuestiono la tailandesa que estaba realmente confundida por la reacción de sus amigas.
-Jisoo nunca pierde una apuesta Lisa, literalmente haría cualquier cosa, podría aventarse de un puente por una apuesta, no es estupida para poner su vida en riesgo pero tampoco es cobarde.- Contesto Rosie después de beber un poco de su naranjada.
-¿Como crees saber tanto de ella? No es como que se sean mejores amigas durante todo este tiempo. -Lisa se cruzó de brazos.
El cuerpo de la kiwi se tensó al escuchar la pregunta de su mejor amiga.- Si bueno... ¿Como te explico?...- Rosie estaba algo nerviosa.
Jisoo bajo su pierna de pollo unos segundos. -Bueno Manoban, tus problemas con Jennie no eran nuestros, no me mal entiendas, somos sus amigas,de ambas pero nosotras no teníamos porque dejar nuestra amistad por ustedes.
-¿Así que tú estuviste todos estos años entre Jennie, Jisoo y yo?- La tailandesa volteo nuevamente su cuerpo a la neozelandesa.
-Claro que si, éramos sólo nosotras cuatro desde que teníamos 8 años, se que no te lo había dicho y realmente no se como no lo notaste pero yo nunca le dejé de hablar a las chicas.- Rosie terminaba de decir y después se metía otro bocado de ensalada a la boca.
-¿Entonces por qué me hiciste creer que todo era nuevo cuando hablamos de ellas por lo del café?.- Lisa estaba un poco molesta, no era por el hecho de que su mejor amiga haya pasado todo este tiempo manteniendo la amistad con las Kim, el hecho que la enfadaba era que su mejor amiga se lo había ocultado.

ESTÁS LEYENDO
HURT ME (Jenlisa)
Fiksi PenggemarEs devastador darse cuenta de que quizás el amor de tu vida, es la persona que estuvo a tu lado todo el tiempo, pero que por estupidos pleitos y disputas, te empeñaste a evitarla como si tu vida dependiera de ello, aquella persona que creías tu polo...