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Pocas horas después de la salida Jennie se encontraba en su habitación recostada sobre la cama observando el techo perdida entre sus pensamientos.

Estaba más que decidido el aceptar la propuesta que Lisa tenía para ella, era una de las mejores oportunidades que le había ofrecido la vida si habría que ser sinceros, besar a Lalisa Manoban era una de las mejores sensaciones que había experimentado, el sabor de sus labios vainilla siempre estaba en la cantidad perfecta, la suavidad de estos era extraordinaria, la experiencia que tenía con ellos y su lengua se mantenían en conflicto al saber que eran tan buenos porque había besado a más de la mitad de la universidad pero también les agradecía que con esa experiencia que tenía la tailandesa podía hacer perder cualquier sentido de orientación en cuestión de segundos y roces.

El plan estaba en marcha, en verdad estaba apunto de tirarse al vacío para terminar junto a Lisa, aún qué tal vez había una pequeña intermitente luz en su mente que le indicaba que tan profunda, riesgos y confusa era la situación, había bastantes puntos a su favor en realidad, indirectamente Jennie se había declarado a Lisa y para su sorpresa no fue rechazada del todo, pero también estaba el hecho de que Lisa lo había tomado como poco al analizar la situación, por lo que nada era certero.

Unos golpecitos en el ventanal de su balcón hicieron que Jennie se despejará de sus pensamientos y volviera al momento, rápidamente se levantó y aparato las cortinas para observar una sonrisa gigante y brillante en un rostro hermoso.- Hola Linda.- Jennie le dijo a Lisa con una sonrisa igual de brillante mientras abría aquella puerta que las separaba.

-¿Linda?.- Pregunto Lisa.- Soy más que linda Nini, soy hermosa.- Lisa aventaba su cabello presumiendo el momento.

-Mmmm...- Jennie fingió analizar la situación dejando pasar a Lisa a su habitación para después cerrar la puerta y las cortinas nuevamente.- Hola a la mujer más hermosa de la fas de la tierra, a aquella que sus labios saben como elixir y cuerpo hace querer realizar la mayoría de los pecados necesitados para permanece eternamente en el infierno con tal de gozar unos segundos de el.- Jennie contesto acercándose lentamente a el cuerpo de Lisa quedando justo al frente de ella a poco centímetros de su rostro.

-Me gusta más ese saludo.- Lisa acaricio el mentón de Jennie.- ¿A si que pencarías con tal de tener mi cuerpo Jennie Kim?.- Jennie asintió con la cabeza sin dudarlo.- Muy mal Jennie, necesitas ir a la iglesia, tú mente pecadora necesita ser librada.- Lisa se apartó de la morena y se aventó a la cama donde pocos minutos antes Jennie estaba.

-Ambas necesitamos el perdón de Dios, según la palabra del señor no deberías tener relaciones sexuales antes del matrimonio, por lo que nuestras almas están igual de corrompidas.

-Touché.- Lisa respondió chasqueando su lengua mientras le apuntaba a Jennie con su dedo índice.

-¿A que debo el placer de tenerte en mi cama?.- Jennie preguntó con doble sentido mientras se acostaba a un costado de la más alta.

-Vengó a obtener la respuesta hacia mi promesa.- Lisa respondió acomodando su cuerpo de costado para hacerle frente a la más baja.

Jennie colocó su mano sobre la cadera de Lisa y empezó a jugar con aquel pedazo de tela que sostendría un cinturón si llevara uno.- No estoy del todo convencida, no hay mucho que gane yo.- Mentirás, la decisión estaba tomada hacia el lado positivo pero Jennie necesitaba poner en la mesa todo lo que implicaría, aunque, tal vez que Lisa la intentara convencer no estaría del todo fuera de sus manos, ¿A quien no le gustaría que le rogaran por sus besos? 

HURT ME (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora