HURT ME (Jenlisa)

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Enero 3

El día en el que más almas se sumaron al tren de dolor y ansiedad que experimentaba Lalisa Manoban.

Rosie le dio una botella de agua y una pastilla a Lisa. -Jisoo me acaba de decir que ya llegaron, piensas hacerlo ahora o esperar a la salida. -La mañana de Lisa obviamente no había empezado de la mejor manera, se habían levantado tarde por el cansancio de su cuerpo experimentado por el insomnio de la noche anterior, el apetito de ambas era inexistente (algo sumamente raro en Rosie) y de igual manera el clima era horrible, estaba completamente nublado y con probabilidad de llover.

-Esperare hasta que los rumores lleguen y ella se tenga que acercar a mi. -Dejó la carcasa de la guitarra en el suelo, justo cuando estaban en la entrada de la escuela. -Pero quiero hablar contigo antes de que entremos a todo ese infierno.

Rosie la observó dudosa, lo único que habían hecho los últimos días era hablar, no pensaba que tuviera algo más por decir. -¿Que pasa?

-Jisoo se pondrá del lado de Jennie obviamente y es lo mejor, va a necesitar apoyo... -Agachó su mirada. -Ella es su hermana menor básicamente, me odiará incluso más que Jennie y eso es totalmente comprensible. -Rosie le alzó el rostro, estaba realmente confundía. -Por eso quiero que tu también te alejes de mi por un tiempo. -Ambas guardaron silencio unos segundos. Lisa esperaba que en verdad se alejaran aún cuando sabía que Rosie sería lo único que la mandria de pie, Rosie... ella no comprendía lo que estaba sucediendo realmente. -No quiero que Jennie carezca de tu apoyo y mucho menos que Jisoo se enoje contigo o lleguen a terminar.

Rosie se quedó en silencio; no tenía palabras para expresar lo que sentía, nunca pensó que toda la situación la afectaría de manera indirecta a ella, no pensó que ella también estaba en riesgo de tener con el corazón roto. -Lisa yo... -Fue interrumpida por la castaña.

-Por favor, pase lo que pase mantente de su lado, yo puedo cuidar de mi misma, pero ella no creo que pueda soportarlo sola y mucho menos quiero que dejes de ser feliz por mis problemas. -Lisa tomó la mano de su mejor amiga y la apretó un poco. -Se que pase lo que pase no me odiaras jamás, que no querrás dejarme sola pero tienes que saber que aún así deberías mantenerte alejada de mi porque tu felicidad no depende de la mía. -Lisa sin esperar una palabra de su mejor amiga inició su recorrido a su segunda clase del día, claramente no había necesidad de entrar a los últimos cinco minutos de la primera.
Cada vez que daba un paso adentrándose mas a la institución las miradas no tardaban en clavarse por mayor cantidad en ella, las voces de los demás empezaron a rondar por toda la escuela al parejo de sus pasos mientras que sus ganas de gritar y mandar a todos a la mierda eran contenidas exitosamente por su corazón roto.

La clase pasó como lo esperado, aburrida y sin esperanza de que la tailandesa pusiera una sola pizca de interés en ella. En su espalda sentía los ojos de toda su clase como dagas, pero aun así, detrás de todo el dolor y presión que los otros le proporcionaban, ella podía distinguir las caricias de los ojos chocolates que siempre le habían dado escalofríos.

La maestra Cano cerró su libro y se dirigió a los alumnos. -Bueno clase pueden ir a su descanso, desayunen bien chicos. -Dijo con una sonrisa entre labios. Los alumnos empezaron a salir rápidamente. Lisa se limitó a recostarse en su pupitre con sus cabeza enterrada entre sus brazos y su gorro bloqueando cada centímetro de su rostro, no estaba en el modo de salir a jugar con la lluvia que se desataba afuera, no como en un pasado lo hizo tantas veces.

Unos segundos después unos dedos tocaron su banca, ella alzó su cabeza para encontrarse con la mirada que tanto había ansiado ver pero que hubiera deseado hacerlo en otras circunstancias. -Necesito hablar contigo. -Dijo la voz melancólica de la morena, en sus ojos se podían ver el dolor y la confusión profunda que sentía. Había escuchado los rumores que paseaban por la escuela, algo sorpréndete ante los odiados de Manoban pues aún era realmente temprano.