Mirarlo la hacía querer quitarle por completo esa máscara negra que siempre traía. No entendía por qué demonios se tapaba la cara, ¿era muy feo acaso? No lo creía, al menos su intensa mirada no lo decía.
A decir verdad, él tenía unos ojos muy lindos que tenían un leve destello, con pestañas largas y cejas algo pobladas las cuales siempre estaban fruncidas. Era lo único que se podía ver de su rostro y a veces ni siquiera eso se dejaba ver, porque su largo cabello negro ocultaba sus orbes algunas veces.
Lalisa Manoban no era la única que quería conocer aquel rostro, porque escuchaba a algunas chicas y chicos hablar de eso, pensando casi igual que ella.
Decide no escucharlos y se concentra en realizar la tarea de literatura, la cual era crear un poema romántico. A su mente le llegaron ideas que prontamente empezó a escribir, inspirándola de inmediato. Estaba tan concentrada que no se dió cuenta cuando Lucas se había sentado al lado suyo y le había empezado a hablar emocionado sobre algo.
—¡Hijo de la...!— exclamó sobresaltándose—. ¡No vuelvas a asustarme así!
—Perdón, pero creo que descubrí quién es Hawk Moth— habló mientras sacaba su celular y mostraba a dos personajes de la serie que estaba viendo recientemente—. Yo digo que es Gabriel Agreste, ¡se parecen mucho!
La pelinegra suspiró y rodó los ojos divertida para después reírse. Era obvio que Gabriel Agreste es Hawk Moth, se notaba a leguas; ya ni Adrien es tan ciego.
—A veces me das mucha lástima— sonrió burlona—. Es obvio que es él, ¿quién más puede ser?
—Pues perdón, pero todavía voy en la temporada uno— cruzó los brazos y arrugó el entrecejo algo ofendido.
—Ya te dije que para baboso no se estudia.
Lucas Wong era su mejor amigo desde hace tres años, compartían todo, pero menos la ropa interior. Es un idiota, pero lo amaba de forma amistosa.
—¿Dónde está Lía?— preguntó la fémina, a lo que él se encogió de hombros y sacó de su mochila unos cuantos libros.
Lía era su mejor amiga desde igualmente tres años, la conoció primero a ella y ésta misma le presentó a Lucas. En total eran cinco personas en su pequeño grupo de amigos, solamente que los faltantes estaban regados por la preparatoria. Y justamente, hablando de la reina de Roma.
—Hola, amigos de mi vida— saludó la castaña con una bella sonrisa en su rostro.
—Hola...— saludó tímidamente Lucas con las mejillas un poco rosas.
A Lucas le gustaba Lía, era obvio y eso empezó hace dos años. La de cabellos cortos intentó varias veces juntarlos, pero no servía de nada y no daban indicios de que a Lía le pudiese gustar él. Asimismo, dejó que las cosas fluyan por sí solas, porque al fin y al cabo, si el destino quería hacerlos pareja, terminarían juntos, ¿no?
Ella se sentó a un lado suyo y sacó algunos libros y libretas para empezar a hacer su tarea. Nuestra protagonista se dedicó a enfocarse en su poema, pero una nota colorida se puso en su campo de visión, rompiendo cualquier tipo de concentración. Alzó la mirada para ver quién era la persona que le había puesto eso enfrente y ensanchó los ojos sorprendida al ver a un chico con sonrisa geométrica frente suyo.
—Es para ti— dejó la pequeña carta encima del cuaderno—. Es de un amigo.— explicó con una pequeña sonrisa y se fue, dejándola un poco aturdida.
Sus mejores amigos la miraban con un semblante confundido, pero a la vez, tenían una sonrisa pícara que indicaba que algo olía muy bien aquí. No dijeron nada y ella tampoco, así que se dedicó en abrir aquella carta. Sorprendiéndose al olfatear ese dulce aroma a dulces y un hambre empezó a crearse en su estómago.
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❝Tardé una hora en conocerte y solo un día en enamorarme. Pero me llevará toda una vida lograr olvidarte❞.Atte: Un admirador.
P.D: Puedes comer esta nota.
____________________________________—Aww, que romántico, Lisa— chilló Lía haciendo una cara tierna.
—¿Cómo es que tienes un admirador?— preguntó Lucas—. Tal vez ese chico se confundió. Eres fea.— la pelinegra le dió un buen golpe en el brazo—. ¡Auch, era broma!
—No tengo idea de quién podría ser— suspiró mientras leía una y otra vez aquella frase.
La nota en sí, era de papel rosa con letras cafés y gruesas, junto con un par de decoraciones que parecían ser unos dulces. Tenía un olor agradable y apetitoso, pero no pensaba metérselo a la boca así como así porque no sabía en dónde había estado.
—Abre la boca— le ordenó a Lía y ésta hizo caso. La azabache arrancó un pedazo de hoja y se la metió en la boca a la contraria, ésta lo saboreó e hizo un sonido de gusto.
—Es seguro— mencionó con un pulgar arriba.
Asintió convencida y mordió un extremo de papel, el cual resultó ser comestible con sabor a azúcar, mezclado con el chocolate en las letras y bombones con otros dulces más. Realmente sabía muy bien, pero no estaba segura si debía seguir comiéndolo.
Sacó su celular y le tomó una foto antes de continuar degustando poco a poco. Al cabo de unos segundos, la carta había desaparecido. Entonces se preguntó: ¿cómo alguien podría ser tan creativo y original? De todas las cartas de amor que le habían llegado, ninguna se comparaba para nada con esta, siendo la primera en donde sintió su corazón palpitar con fuerza.
"Creo que me estoy volviendo loca", pensó. Se preguntó seriamente quién sería la persona misteriosa detrás de esta nota y empezaría a investigar empezando por quién le había dado la carta comestible:
Kim TaeHyung
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Cartas comestibles ➳ℓιzкσσк
FanfictionTodo el mundo hacía y mandaba cartas normales hacia sus enamorados o enamoradas. Pero para conquistar a una chica, era mejor enamorarla por el estómago, y, ¿qué mejor hacerlo con cartas comestibles? En donde JungKook le hace cartas comestibles a Lis...