Extra II

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Conocer nuevas personas a veces era para bien y para mal, pero comenzabas nuevas amistades que muy pocas duran mucho tiempo. Amistad era una cosa de dos o más personas dentro de un círculo social que la mayoría de las veces se extendía y muy pocas veces disminuía. Dentro de esa amistad una mujer y un hombre no pueden ser amigos, ¿por qué? Porque los sentimientos de romance podían salir a la luz y podría arruinar la amistad si se sabía.

   Amor. ¿Qué es el amor? Es aquella sensación inefable que te hacía sentir como si estuvieras drogado o en las nubes. Te hacía sentir feliz con tal de pensar o ver cosas de la persona que nos gusta. Y aquella felicidad se volvía más grande cuando el amor era correspondido.

   Y de manera cliché le sucedió a Lisa. Encontró la felicidad de nuevo y obtuvo un amor mutuo que la hizo sonreír y estar el cien por ciento del tiempo muy animada. Y JungKook se sentía de la misma manera; adquirió el amor que no recibió cuando estaba pequeño y descubrió lo que era ser feliz y el cómo podía amarse a sí mismo. Y no había nada como el amor propio, aquello que primeramente hay que tener antes de querer a alguien más. Asimismo, fue razón de porqué dudó en algún momento sobre Lisa y el por qué no le pidió ser oficialmente algo. Y todo porque no encontraba el amor propio.

   Ahora veía sus defectos en el espejo y le encantaban, no por la historia detrás, porque realmente era muy horrible; sino porque aquellas cicatrices habían servido para superarse y verse en un ser completamente único y diferente a los demás. Había sido su motor de arranque para ir hacia el amor que primeramente debía tener. Y Lisa le había enseñado eso, así que más agradecido no podía estar.

   —Acepto— pronunció con una sonrisa.

   Ella lo miraba a través de aquel velo de encaje que traía aquel vestido blanco y largo, resaltando su pequeña figura y haciéndola ver muy bonita. La mirada de la chica era una sincera y enamoradiza, que podía estar mezclada con varios sentimientos positivos a la vez. Se veía preciosa y, ¿cómo no? Estaba vestida de novia y le estaba poniendo el anillo matrimonial en el dedo, ¿cuánta más felicidad podía presenciar en ese instante?

   Todo su mundo cambió desde que se enamoró, comenzando primero con una atracción por su gran belleza y enamorándose de su interior, de lo bonita que era por dentro y el cómo sus buenas intenciones rindieron frutos en él. Su mundo giraba en torno a ella y solo ella podía pararlo.

   —Puede besar a la novia.

   Los labios gruesos de la chica se veían muy apetitosos a larga distancia. Destapó su rostro, quitándole el velo y acercando su rostro al suyo, depositando un pequeño beso en donde le transmitió todo lo que sentía. La gente sentada en las bancas de la iglesia aplaudieron y gritaron emocionados; los amigos de ambos estaban conmocionados que en cualquier momento llorarían, mientras que la madre de JungKook ya era un mar de lágrimas.

   Unir sus vidas en una sola no había sido tarea fácil, hubieron muchas dificultades, pero siempre lograban superarlas juntos, porque eso hacía el verdadero amor. Ambos los unía un hilo rojo del destino atado en el meñique, que por más que lo intentaran cortar, no se podía, porque no había nada ni nadie que pudiera separarlos. Bueno, a menos que seas la muerte.

   Dejó los labios de la chica, acunándole el rostro y viendo los ojos llorosos de su ahora esposa. Se preocupó por unos instantes, pero cuando ella sonrió supo que lloraba de la felicidad y él no pudo retener su sonrisa.

   Y como bien dicen: Al final de un túnel muy oscuro, siempre hay una luz.

Cartas comestibles ➳ℓιzкσσкDonde viven las historias. Descúbrelo ahora