Cartas comestibles ➳ℓιzкσσк

21

   Fueron cuestión de segundos para que el azabache retirara lentamente aquella tela que cubría su rostro, dejándolo al descubierto y sintiendo seguridad en sí mismo para tomar el valor de hacer aquello. Él había estado pensando mucho sobre sus palabras la otra vez y había tomado la sabia decisión de evitar esconderse aunque sea de ella. Quería mostrarle su verdadera cara al mundo, pero primero quería saber la reacción de Lisa porque era la única que le importaba.

   La de cabellos cortos y negros lo miró fijamente intentando ver aquellas mejillas y barbilla, las cuales no podían verse muy bien por la posición en la que estaba, puesto que la luz de la luna iluminaba su espalda, dejando una gran sombra delante suyo. Casi impidiéndole ver su cara.

   Se acercó a él y acarició suavemente sus mejillas, sintiendo algunos cuantos bultos y un par de cicatrices, entonces entendió a lo que se refería con "problemas de la piel". Pero aquellas heridas y bultos no se sentían como algo normal y eso empezó a preocuparle, y cuando estaba dispuesta a preguntarle, él habló.

—Cuando tenía ocho años, mi padre se fue por una infidelidad de mi madre, luego ella se casó con ese hombre y él empezó a lastimarme físicamente— empezó a decir mirándola directamente a los ojos. Ya no estaba en posición para seguir evitando el tema y esa misma noche le contraría toda la verdad—. A veces me quemaba la cara con un cigarro encendido o me cortaba con una navaja— hizo una pausa—. Fueron muchas veces que intenté decirle a mi madre que él me había hecho esto, que no había sido yo el que trataba de lastimarme para llamar su atención, pero ella prefirió creerle a un hombre cualquiera antes que a su propio hijo.

La fémina sintió humedad en uno de sus dedos y se dio cuenta de que el azabache había comenzado a llorar de la rabia, puesto que contaba su historia en un tono molesto, pero abatido a la vez. Limpió su lágrima y JungKook prosiguió con su relato.

—E-Entonces escapé de casa a los quince años y me fui a vivir con Yoongi desde entonces— sonrió un poco—. Me acogió y me cuidó cuando mi madre no lo hizo y él me ayudó mucho a superar mis traumas, aunque a veces me dan ataques de pánico y adquirí una cierta manía en abrir otra vez mis heridas— escuchó su voz quebrarse y los ojos de Lisa se cristalizaron—. Me lastimé, Lisa. Me herí a mí mismo porque me acostumbré tanto a los abusos de ese hombre.

Su voz se quebró por completo y se echó a llorar, recargando su cabeza en el hombro de Lisa mientras ésta le daba palmaditas en el hombro evitando no ponerse a llorar. Ella no podía entender su situación, puesto que no había pasado algo similar, pero a la vez entendía el dolor emocional que pudo haber sentido. Su corazón se movió inquieto y sus ganas de abrazarlo fueron muchas que terminó haciéndolo. Rodeó sus delgados brazos alrededor de ese gran cuerpo y lo apretó contra sí para demostrarle que no estaba solo. Que ella estaba con él.

Ahora entendía perfectamente el porqué ocultaba su rostro y el porqué no quiso decirle la razón cuando se lo preguntó por primera vez. Sus ganas de protegerlo, de querer abrazarlo y de estar con él siempre la invadieron y realmente quería hacer eso. Pasar todo el tiempo con él y solamente con él. Sentía que su destino estaba al lado de él, porque lo que empezaba a brotarle en el corazón no era algo de unos días.

Ahora mismo no pudo verle muy bien el rostro por la poca luz, puesto que era de noche y la luna no iluminaba mucho. Aunque a Lisa no le importaba si JungKook tenía cicatrices o quemaduras, porque ella aprendería a amarlas y porque aquellas marcas lo hacían único, especial.

   —Eres hermoso, JungKook.

   Y no lo decía para intentar calmarlo, sino que en verdad sentía que así se veía el azabache. JungKook no pudo sollozar más alto y sonreír tristemente porque no sabía cuándo había sido la última vez que escuchó esas palabras. Ni siquiera su hyung lo había elogiado de esa forma y si lo había hecho, nada más lo decía por compromiso. En verdad que amaba muchísimo a Lisa y ahora mismo sabía que enamorarse de ella había sido una buena idea y estaba feliz por aquella decisión. Porque tener a alguien que te quiere por como eres, era un sentimiento muy bonito.

Pasaron un buen rato más así abrazados, hasta que el azabache se separó poco a poco de ella y le dio su espacio para luego hacerle una reverencia en forma de disculpa.

—P-Perdón por lo que acaba de pasar. Yo... aún no estoy bien, noona.

   La fémina no supo porqué se disculpaba. Estaba bien sacar todo lo que nos está dañando y no había que pedir disculpas por eso.

—No tienes qué disculparte, Kookie— sonrió comprensiva y puso una mano en su hombro—. Cuentas conmigo para lo que sea.

JungKook le regaló una sonrisa pequeña y sacó de nuevo de su cubrebocas para taparse de nuevo la cara, a lo que Lisa se lo impidió y él la miró nervioso.

—Si piensas que te voy a dejar de hablar o a tratarte diferente respecto a tu rostro, de una vez te digo que no es así— sonrió—. A mí realmente no me interesa mucho el físico, sino el carácter y aptitudes de esa persona— explicó—. Así qu-

No pudo continuar sus palabras cuando el azabache la abrazó fuerte, aunque tratando de no lastimarla, y él se sentía feliz de que su musa lo aceptara por cómo era. Se sentía agradecido y con seguridad ahora que había escuchado su opinión y eso era lo único que necesitaba para que su autoestima pudiera elevarse hasta la luna.

Después de ello, ambos se sentaron en la arena, contemplando tanto el mar como la luna, escuchando claramente el sonido de las olas bajar con fuerza. JungKook lloraba de tristeza y felicidad al mismo tiempo, siendo consolado por la chica, quien tenía una sonrisa boba en el rostro.

Ninguno necesitaba nada más que la compañía del otro.

—Koishiteru, noona.

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El que adivine que significa "koishiteru" lo sigo xd

En otras noticias:
YA SOMOS 2K AHHABSNDODNWNDN

Tal vez para ustedes no signifique mucho, pero para mí significa todo. Muchas gracias <3

Fotito de JK como regalo jsjs

¿O quieren un maratón? 👀