Todo el mundo hacía y mandaba cartas normales hacia sus enamorados o enamoradas. Pero para conquistar a una chica, era mejor enamorarla por el estómago, y, ¿qué mejor hacerlo con cartas comestibles?
En donde JungKook le hace cartas comestibles a Lis...
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⚠️Contenido delicado⚠️
—Te presento a mi nuevo esposo, JungKook. Él será tu padrastro a partir de ahora.
La voz de su madre hizo que dejara sus juguetes y la mirara. Su grande sonrisa brillaba mucho en ese pequeño y fino rostro y se la notaba muy feliz. Observó después al misterioso hombre a su lado y éste lo miraba extraño. No sonreía y tenía un semblante serio en su cara. ¿Acaso ese hombre podría reemplazar a su padre?
Bien, era cierto que aún seguía triste por su verdadero papá y no entendía muy bien por qué esa noche de lluvia salía de la casa mientras llevaba un par de maletas en las manos. JungKook pensó que él se iba de viaje y por eso le dijo que se cuidara y que volviera pronto. Pero ahora mismo no entendía por qué un día después su madre aparecía con otro hombre y le explicaba que él sería su nuevo papá. ¿Acaso no ya tenía un padre? ¿Por qué ese hombre estaba reemplazándolo?
El pequeño azabache no lograba entender nada y tampoco nadie le explicaba nada. Su madre le había dicho que tenía que obedecer a todo lo que su nuevo padre le decía sin importar lo difícil y complicado que fuera. Solo tenía que aceptar y ya.
Pero, ¿por qué tenía que aceptar en tocarle ahí?
El pequeño JungKook de ocho años no se daba cuenta de lo grave que se estaba convirtiendo la situación. Él no sabía porque ni la escuela ni su madre le explicaban que nadie debe tocar el cuerpo de alguien ni nadie debe tocar su propio cuerpo sin permiso. Pero ese hombre le estaba pidiendo que lo tocara, así que tenía su consentimiento, ¿no?
Al principio no lo notaba raro, pero a medida que fue creciendo se dio cuenta de lo problemática que estaba siendo la situación. También a esa edad ese hombre empezó a hacerle otra cosa, como tocarlo y lastimarlo con una navaja en diversas zonas, sobretodo en la cara. Él decía que tenía un rostro de bebé y muy bonito, que se veía muy inocente y angelical. Entonces, si a él le gustaba su rostro, ¿por qué lo lastimaba? ¿Por qué le hacía pequeñas heridas en la cara que le dolían un montón?
—D-Duele...— dijo el pequeño azabache cerrando sus ojitos intentando no sentir dolor.
La navaja entró a su piel con más profundidad y sin evitarlo pegó un grito desgarrador, pidiéndole que se detuviera. Pero su padrastro hacía lo contrario. Empezó a desabrocharse el cinturón del pantalón, abriéndolo y bajándose la ropa interior, dejando a la vista su cosa. Agarró la manita de JungKook y la posó ahí, dando un suspiro placentero. El pequeño azabache no hacía más que llorar.
Después de aquello, lo siguiente que pasó fue aún peor que ni siquiera pudo describirlo. Solo recuerda el dolor excesivo y los gritos desgarradores que dio en todo el tiempo que estuvo con él. Desgraciadamente su madre no se encontraba, pero cuando llegó de trabajar le contó todo lo que le había hecho su padrastro y ella solamente lo ignoró e hizo caso omiso a las horribles heridas que tenía en el rostro, las cuales todavía chorreaban sangre.
