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   Empacar maletas nunca había sido tarea fácil para Manoban

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Empacar maletas nunca había sido tarea fácil para Manoban. Sus outfits llamativos y elegantes no entrarían todos en esa maleta que le serviría para una semana.

La preparatoria Hankuk había preparado un viaje para los alumnos de último año como parte de un último recuerdo inolvidable. A Lisa le había encantado la noticia, pero no pensó que empacar sería una tarea muy difícil para ella. Tenía tanta ropa para armar conjuntos bonitos y ni hablar del maquillaje ni las mascarillas faciales para cuidar su piel.

   Faltaban nada más y nada menos que cuatro días para su cumpleaños número dieciocho y estaba de igual manera muy emocionada por eso porque la pasaría con sus mejores amigos y JungKook en un lugar bonito como lo era la playa.

   Y JungKook.

   ¿Por qué no lo incluía como mejor amigo? A veces a la propia Lisa le confundía lo que realmente el azabache era para ella. "Amigo", "Mejor amigo", ¿qué importaba? Era lo mismo, nada más que con más privilegios.

   "Algo más"

   ¿Era así? Pero, ¿qué podría ser ese "algo más"? ¿Algún confidente quizá? No tenía una respuesta exacta, pero sabía que no era ninguna de esas opciones y que ese "algo más" era algo más. Todos estos meses largos que había pasado con él, notó lo buena persona que era y lo muy peculiar que podría llegar a ser. Así que... ¿podría pensar así de él?

Sacudió su cabeza y se dió palmaditas en el rostro y prosiguió a contestar su celular que llevaba un buen rato sonando.

Hablando del Rey de Roma...

—Oh, JungKook, qué inoportuno...— rió nerviosa para luego ponerlo en altavoz y proseguir doblando su ropa para que pudiera entrar en la maleta.

¿Interrumpí algo?— preguntó el azabache en la otra línea.

   —No, no. Estaba empacando— rió ligeramente.

   —Oh, yo también estoy haciendo lo mismo.

   —¿Viste lo mucho que tenemos en común?— escuchó la risa del azabache al otro lado y sonrió de tan solo escucharlo. Su risa le daba paz porque eran de esas risas en donde sonreías automáticamente por lo bonita y dulce que sonaba. Esa sensación de calidez y armonía era la que JungKook provocaba en Lisa—. ¿Sabías que te aprecio mucho?

   —Yo también te aprecio mucho, Lili.

   Su corazón comenzó a latir rápido a un ritmo demasiado repetitivo que no sabía si era normal aquello. Pudo sentir la sonrisa de JungKook a través del teléfono y se la imaginó de la mejor manera posible. Había pasado mucho tiempo de que lo había conocido y aún no había visto su rostro por completo, aunque tenía mucha curiosidad, respetaba su decisión y no insistía en ello.

   Pero habían algunas veces en donde no podía hacerlo y esperaba con ansias ese día en donde por fin le revelaría su rostro. ¿Qué tan feo podría estar? ¿O acaso era demasiado lindo? Abrió los ojos sorprendida y se preguntó: ¿acaso era alguna celebridad? Esa pregunta tendría sentido porque sabía cantar muy bien y tocaba de igual manera un instrumento. ¿Era posible?

   —¿Sigues ahí, noona?

   Parpadeó repetidas veces y rió ligeramente para luego concentrarse en él.

   —Sí, sí. ¿Qué me decías?

   —Que llevaré mascarillas y nos las ponemos en la noche, ¿te parece?

   La fémina sonrió en grande. JungKook era de esas personas que les gustaba ponerse mascarillas constantemente para cuidar su piel, aunque el caso del azabache es que nadie veía su piel. No porque no quisieran, sino porque no podían. Pero tampoco tenía una piel tan cuidada que digamos.

   En fin, la hipótesis.

   —¡Me apunto!

   La pelinegra suspiró cansada y estiró sus brazos para sonreír al saber que las clases ya estaban acabando y que el semestre ya llegaba a su fin

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   La pelinegra suspiró cansada y estiró sus brazos para sonreír al saber que las clases ya estaban acabando y que el semestre ya llegaba a su fin. Su rendimiento académico no había estado tan mal como creía, puesto que con un ochenta se conformaba.

   —Pueden retirarse, jóvenes— habló el profesor de física—. Recuerden que mañana sábado a las cinco de la tarde deben venir a la escuela para el viaje escolar. No lleguen tarde porque el autobús saldrá en punto. Fue un placer trabajar con todos ustedes y nos vemos mañana— el hombre se retiró despidiéndose con la mano y cuando se fue, todos empezaron a saltar de la emoción por el fin del semestre.

   La chica se acercó al azabache quien platicaba animadamente con Lucas; ella sonrió al ver que se llevaban bien. Se sentó a un lado de Jeon y se unió a la conversación.

—¿Están emocionados?— preguntó Lucas con una sonrisa.

—Demasiado— respondió Lisa—. ¡Al fin se acabó el semestre!

—Sí, pero eso significa que pasaremos a la etapa semifinal de nuestra vidas... la universidad— dijo JungKook con voz terrorífica.

—Ay, ¡no estoy lista!— gritó Lía uniéndose a ellos.

—Yo tampoco— dijo Lucas.

—Yo menos— comentaron al mismo tiempo la pelinegra y el azabache, ambos se miraron y rieron, sonrojándose al instante.

—Ay, pero que linda parejita hacen— elogió Lía—. ¿No lo crees, Lucas?

—Sí, soy su fan número uno.

La fémina rió nerviosa y miró de reojo al azabache que se encontraba a su lado. Parecía no reaccionar a esas palabras o tal vez sí estaba haciendo algo pero ella no lograba verlo. De igual manera, ¿pareja ellos? No sonaba mal.

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Cortito pero bonito.

Cartas comestibles ➳ℓιzкσσкDonde viven las historias. Descúbrelo ahora