𝙀𝙣 𝙪𝙣 𝙪𝙣𝙞𝙫𝙚𝙧𝙨𝙤 𝙖𝙡𝙩𝙚𝙧𝙣𝙤...
—¿Cómo te llamas?
Alzó su cabeza y se encontró con la mirada inocente de una niña cuya sonrisa era muy encantadora. Su cabello estaba un poco revuelto y su flequillo se le pegaba a la frente por el sudor que soltaba. Su ropa estaba un poco sucia, pero omitiendo todo eso, era una niña muy bonita.
Él era muy tímido, por lo que hablar era algo que le costaba mucho, sobretodo cuando conocía gente. Dejó de jugar con sus carritos y se sentó bien, jugando un poco con sus deditos.
—J-JungKook— pronunció pausado, ensanchando la sonrisa de la niña—, me llamo JungKook.
—Me llamo Lisa— se presentó y acomodó su cabello—. ¿Quieres jugar?— el niño asintió despacito y la chica le tomó la mano y lo llevó hasta el columpio—. ¿Quieres que yo te empuje o tú me empujas?
El pequeño azabache hizo una mueca asustada, pues no sabía a qué se refería aquella chica.
—¿P-Por qué me vas a empujar?
—Porque así es el juego.
—P-Pero me vas a lastimar, s-si me empujas, me caigo y me lastimo.
La niña soltó una pequeña carcajada y le dio ternura lo inocente que era su nuevo amigo. Parecía que nunca había hecho ningún amigo o tan siquiera un compañero de juego, lo cual era triste. Pero estaba dispuesta a enseñarle lo que era la amistad, aunque ella tampoco sabía qué era, pero lo intentaría.
—Solo siéntate, JungKookie— pidió con una sonrisa—. Te prometo que no te lastimaré.
—¿M-Me lo juras?
—Te lo juro.
El pequeño caminó tímidamente hacia el columpio, sentándose en uno azul y sujetándose de las cadenas. Lisa sonrió y empezó a empujar al azabache, despacio, haciendo que el columpio se balancee hacia adelante lentamente. JungKook tenía sus ojos cerrados, por miedo a algún golpe que él pensaba que sucedería, pero en cambio, la ligera brisa del viento le voló los cabellos. Abrió un ojito y se dio cuenta que estaba bien; ahora entendía lo que aquella niña bonita le explicó. Y sonrió porque cumplió su palabra de no lastimarlo.
JungKook nunca había tenido amigos, al menos no lo había intentado porque él disfrutaba de jugar solo, aislado de los demás. Pero aquella tarde, esa niña le cambió su vida, al menos la forma de necesitar a alguien con quien jugar, pues era más divertido si era con otra persona.
—¡M-Más alto!
Una linda sonrisa dejó salir de sus pequeños labios, emitiendo una risita que demostraba que en verdad se estaba divirtiendo y la pequeña Lisa se sentía feliz también. Ella había visto al azabache jugar solito debajo de un árbol. El área de juegos del parque era bastante grande y se podía ver la gran diferencia de los niños que jugaban en grupitos y él. Lisa estaba jugando con sus amigos a las atrapadas, pero lo vio a él y decidió dejarlos e ir hacia aquel azabache. Su madre le había dicho que tenía que es amable y no excluir a nadie, por lo que había seguido su consejo.
Y ante tal pequeño gesto, había sido comienzo de una bonita amistad. Ella fue importante para él y él para ella.
...
—JungKookie, ¿sabías que una niña y un niño no pueden ser amigos?
El azabache había ido a la casa de Lisa para jugar toda la tarde, él había llevado un juego de mesa que estaba seguro que le gustaría a su amiga. Ambos se encontraban en la habitación de la chica jugándolo. Él dejó lo que estaba haciendo y la miró con el ceño fruncido. Su amistad había transcurrido como una normal, tomándose confianza, jugando y divirtiéndose con el otro.
ESTÁS LEYENDO
Cartas comestibles ➳ℓιzкσσк
FanfictionTodo el mundo hacía y mandaba cartas normales hacia sus enamorados o enamoradas. Pero para conquistar a una chica, era mejor enamorarla por el estómago, y, ¿qué mejor hacerlo con cartas comestibles? En donde JungKook le hace cartas comestibles a Lis...