—Hagan una fila de hombres y otra de mujeres— ordenó la directora Jessi—. Métanse al autobús ordenadamente, por favor.
La directora Jessica era una mujer de carácter fuerte y serio, pero habían momentos en donde podía lucir todo lo contrario. Todos la amaban al ser una buena directora porque los consentía de vez en cuando como por ejemplo el viaje a la playa y la futura gran fiesta de graduación.
La chica de cabellos cortos y azabaches subió al autobús y se sentó en la parte de atrás para esperar al varón y pasar todo el viaje juntos, pero se percató de una nota, esta vez comestible, posada en su asiento. Miró a Lía, quien estaba a un lado de aquella carta.
—¿Viste quién dejó esto?
—No, perdón— negó Lía con la cabeza y la contraria hizo una mueca. Agarró la carta y se sentó, empezando a quitarle el sobre rosa pastel y leer la frase en lo que llegaba el azabache.
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❝24/7 todo el día, sólo pensé en ti, nuestra primera cita que he estado esperando, creo que será un día especial❞.Atte: Un admirador <3
P.D: Puedes comer esta carta.
____________________________________Ella sonrió enternecida y notó algunos chocolates dentro del sobre, los sacó y se dio cuenta que eran sus favoritos: kisses. Aquellos dulces en forma de lágrimas con fondo plano que le gustaban mucho. Podía comerlos tantas veces pudiera y jamás se cansaría de ellos, pero claramente tendría que parar o habría consecuencias graves.
JungKook por fin subió al autobús y caminó con una sonrisa en su rostro hacia donde su dulce amor estaba. Le dió una mirada cómplice a Lía y se sentó a un lado de Lisa, quien estaba consumiendo uno de los chocolates que le había comprado.
Ella desenvolvió otro y se lo tendió, dándole un kiss.
Apoyó su cabeza en el hombro del varón y éste apoyó la suya en la cabeza de Lisa, creando una bonita escena que era digna de admirar.
Esperaron un rato más y pronto el autobús comenzó a moverse y, con ello, una nueva, última y fascinante aventura que seguro sería inolvidable.
Entró a la gran carpa blanca y dejó sus dos maletas a un lado de una cama. Saludó a sus compañeras de cuarto y se emocionó aún más al ver que le había tocado con sus mejores amigas, Sulli y Lía. Todos estaban cansados por un viaje largo, así que lo que quedaba del día no harían actividades sino hasta el día siguiente. Unos se acomodaron para dormir, otros para conversar y algunos salieron en busca de amigos o por explorar el lugar. Y Lisa fue de esas últimas.
Se amarró el cabello en una media coleta y salió en busca del azabache para así caminar juntos por la orilla del mar. Estar al aire libre la hacía sentirse en lo más profundo del placer por el simple hecho de que aspiraba el dulce aroma del lugar. Aquel olor a conchitas y a otras cosas la hacían sentirse en casa.
No pasó mucho tiempo que pudo localizar la carpa en donde estaba el azabache, por lo que apresuró su paso y entró sin avisar a la carpita. Lo cual fue un muy grave error.
—¡Ah, una chica!— gritó uno, en el que por su voz, dedujo que se trataba de HueningKai—. ¡Tápenle los ojos!
No se dio cuenta al instante, pero supo que la mayoría de hombres que había ahí estaban sin camisa, a excepción de JungKook, claro está.
No tuvo vergüenza y ella les sonrió para luego adentrarse al lugar y agarrarle la muñeca a JungKook con la intención de sacarlo de ahí. Pero no contó que el azabache la jalara y, sin querer, cayera en su regazo cual drama romántico haría. Y claramente está de que los típicos sonidos de ambulancia no podían faltar.
El varón se dio la libertad de sonreír, puesto que nadie podía verle el rostro. Le tapó los ojos a Lisa y ambos salieron de ahí escuchando las voces melosas de los compañeros de cuarto de él.
—¿Por qué entraste así?— preguntó el chico una vez que llegaron afuera y que se asegurara de sellar la carpa a sus espaldas, todavía sin soltar a la chica—. ¿Qué tal si estaban desnudos? ¿Qué ibas a hacer en ese caso?
—¿Como por qué estarían desnudos?
—Es un decir, noona— retiró la mano de sus ojos y deshizo el agarre de su brazo para que la fémina pudiera voltearse y verlo—. Además, ya sabes cómo son los chicos. Se alteran cuando ven una mujer bonita.
El rostro de la pelinegra se tiñó de un rojo pálido y no pudo esconder su sonrisa.
—Entonces... ¿tú eres cómo ellos?— preguntó con una mirada un tanto extraña, lo que hizo que el azabache se pusiera nervioso y retrocediera unos cuantos pasos. Negó rápidamente con la cabeza—. ¿Estás mintiendo?— la sonrisa extraña de Lisa se ensanchó y su rostro se acercó más al de él, poniéndolo en una situación incómoda. Se alejó con una risa ligera—. Es broma, Kookie. Eres diferente a ellos.
Tomó una distancia considerable y empezó a caminar hacia una dirección, dejando atrás a un JungKook con el corazón latiéndole a mil por hora y con el rostro extremadamente rojo por lo que acababa de suceder. ¿Por qué hizo eso? Intentó calmarse y corrió hacia ella para alcanzarla y caminar juntos hacia algún lugar de la zona.
Llegaron a un mirador en donde se subieron y notaron que estaba decorado con algunas flores. Lisa fue la primera en subir y recargarse en el barandal, observando con una pequeña sonrisa las olas del mar moverse. JungKook se situó a un lado suyo e imitó su posición. La pelinegra recargó su cabeza en el hombro del varón, justo como había hecho en el autobús y él hizo mismo, recreando la escena melosa del viaje.
El sol se estaba ocultando, por lo que tenían enfrente un hermoso atardecer de tonos naranjas y amarillos. El suave aire les movía los cabellos hacia un lado en un movimiento de despeinarlos, pero a ninguno parecía importarle. Solamente se dedicaban a observar lo lento que bajaba el sol e inconscientemente se tomaron de las manos. Ninguno pudo tomarse el tiempo de reaccionar, puesto que no se daban cuenta.
El pequeño roce de manos se convirtió poco a poco en un apretón con los dedos entrelazados entre sí y JungKook fue el primero en darse cuenta de la situación. Sonrió con el corazón latiéndole muy loco.
Un atardecer y ella, ¿qué más podía pedir?, pensó mirándola de reojo. Viendo lo muy preciosa que se veía con sus mejillas sonrojadas y su sonrisa perfecta.
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Cartas comestibles ➳ℓιzкσσк
FanfictionTodo el mundo hacía y mandaba cartas normales hacia sus enamorados o enamoradas. Pero para conquistar a una chica, era mejor enamorarla por el estómago, y, ¿qué mejor hacerlo con cartas comestibles? En donde JungKook le hace cartas comestibles a Lis...