Ese anuncio llego como caído del cielo. El salario era mucho más de lo que habría aspirado a ganar, si bien era cierto que mis calificaciones habían sido de las mejores, me faltaba experiencia y posiblemente eso era un punto en mi contra. Pero ese no era uno de los requisitos solicitados, para ser más específicos, para poder ser candidato la entrevista pedían solo una cosa: Ser mujer.
Lo demás era como en todos los empleos, enviar el curriculum por correo y ellos se pondrían en contacto contigo si resultabas seleccionado. Anote la dirección de correo que aparecía al final del anuncio y me dirigí al más próximo café-internet.
— ¡Disculpe! —Dije al hombre que estaba sentado detrás del ordenador principal— ¿Puedo ocupar una maquina? —Pregunte.
—La que guste —Dijo sin despegar la mirada de su monitor.
—Gracias.
Avance por el reducido espacio del lugar y ocupe una de las computadoras. Ingrese a mi cuenta de correo y adjunte mi curriculum, por suerte lo tenía guardado como un mensaje marcado en la bandeja de entrada. Teclee la dirección que había escrito en mi agenda y pulse “enviar”. ¡Listo! Ahora solo tendría que esperar una notificación para presentarme a la entrevista. ¡Por favor Dios que me llamen! Las cosas en mi casa no estaban nada bien, económicamente hablando, así que ese empleo tenía que ser mío.
Escogí mi mejor traje, sin parecer demasiado ordinaria, pero tan poco demasiado informal. Industrias Kim era la mejor empresa actualmente, no solo manejaba grandes tiendas departamentales y cadenas de hoteles en toda la ciudad, también desarrollaba proyectos como el que ofrecían, un enorme complejo turístico. “Ese puesto tenía que ser mío” pensé mirando al espejo.
La notificación me había llegado un día previo a la entrevista, no lo podía creer, había dado por hecho que no me habían seleccionado. Pero por fortuna, me había equivocado. Ahora que estaba frente al gran edificio, uno de los más lujosos de la cuidad, tenía al menos más de 50 pisos y todas las personas que entraban, portaban elegantes trajes de diseñador. De sobra, sabía que tendría mucha competencia, pero tenía un solo pensamiento en mente, así que debía esforzarme al máximo para lograrlo.
—Buenos días —Dije a la recepcionista. Me observo de pies a cabeza antes de contestar.
— ¿En qué puedo ayudarla? —Pregunto con tono tosco. Lo cual me desconcertó un poco, teniendo un empleo como el suyo, debería ser más amable.
—Vengo por la entrevista.
— ¿Cuál es su nombre?
—Hannia Yeon —Consulto en la pantalla y me entrego un gafete.
—Señorita Yeon, por el pasillo a mano izquierda está la sala de espera. Cuando llegue su turno la nombraran.
—Gracias —Sin contestar, continúo con sus cosas.
Que persona tan extraña y mal humorada, pensé mientras me alejaba de la recepción. Camine por el pasillo y doble a la izquierda, como me había indicado, al hacerlo, me detuve en seco, había más chicas de las que esperaba ver. Me acomode en un rincón, junto a la pared, asientos disponibles no había ya. Mire a mi competencia, algunas con diminutos atuendos, cabellos ondulados y maquillaje hasta por los codos; otras era más discretas y formales. Sería una competencia difícil “no existe enemigo pequeño”, pero a pesar de todo eso, ese puesto seria mío.
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La Esposa de mi Hermano
RomanceSinopsis: Para Jae, la palabra imposible no existe y cuando debe encontrar una esposa para su hermano, nada lo detendrá, ni siquiera si tiene que pagar por ella. Hannia es una chica que a pesar de gozar de las comodidades de su posición social, no s...