La Esposa de mi Hermano

Capítulo 15

 

~Hannia~

 

—Jae —Dijo su madre, sin mirarme. Instintivamente apreté las piernas, consciente de que no usaba nada debajo del vestido. ¡Rayos! ¿Porque con Jae siempre perdía mi ropa? Esta era la segunda vez.

—Hola madre —Saludo con normalidad. ¿Cómo podía mantener la calma en una situación con esta?  Apenas hacia unos minutos, había estados entre mis piernas. ¡Dios! Yo moría de nervios. ¿Se había percatado de algo? — ¿Me buscabas? —Pregunto fingiendo sorpresa.

—Si ¿Podemos hablar en tú  oficina? —Pregunto, mirando alrededor, desde luego que la mía era mucho más pequeña y sencilla que la de Jae.

—Por supuesto —Contesto Jae, avanzando hacia la puerta. Cuando creí que su madre, saldría sin prestarme atención. Dirigió sus ojos a mí.

—Querida, estas invitada a acompañarnos a tomar un poco de té —Las palabras se me atorraron en la garganta ¿Tomar té con ella?

—Desde luego que nos hará compañía —Contesto Jae, al notar mi desconcierto— Solo dejemos que termine algunas cosas ¿Cierto?

—Si —Asentí.

—No tardes, se enfría rápido —Dijo saliendo de la estancia. Jae la siguió, no sin antes dedicarme una mirada cómplice, quise pedirle mis bragas, pero se marchó antes de que pudiera emitir palabra alguna, sobre todo porque su madre aún estaba demasiado cerca. ¡Rayos! ¿Y si se le caían? o ¿Si metiste su mano en el saco y las tomaba por error? Demonios. Tenía que tomar un té con mi suegra, sin llevar ropa interior. ¡Qué horror!

~Jae~

—Parece que te sigue dando problemas, esa niña —Murmuro mi madre, después de dejar la oficina de Hannia.

— ¿Porque lo dices? —Pregunte con tono inocente.

—Por la cara de pánico que tenía cuando entre, seguro la estabas reprendiendo —Al parecer, no se había percatado de nada y había interpretado la situación de otra forma. Eso era bueno, aunque en realidad si se enteraba, no me importaba, pero por el bienestar de Hannia, lo mejor era mantenerla lejos de mi madre.

—Algo así. Las cosas con el proyecto el complejo turístico, no han ido como deseaba, así que solo le recordaba que tiene que hacer bien su trabajo o atenerse a las consecuencias. Pues aunque sea la esposa de Seung, no pienso darle trato preferencial, para mí, el trabajo es primero.

—No seas tan duro con ella, mira que cuando tú hermano regrese tendrá mucho con que lidiar. Ya conoces a Seung —Desde luego que no permitiría que lidiara con nada que tuviera que ver con él.

—Tienes razón —Dije, fingiendo darle la razón.