La Esposa de mi Hermano

Capítulo 36

 

~Hannia~

Abrí los ojos y me estire entre las sabanas, sin duda el clima y las comodidades de la isla me habían servido de mucho, me sentía tan descansada y relajada. Mire el techo unos segundos e intente despertar por completo antes de salir de la cama, estire el brazo y abrí el cajón del mueble junto a mi cama. Tomando la caja pastillas, agarre la que correspondía al día y me la lleve a la boca. Apenas había tocado mi lengua, cuando la puerta se abrió e Inés apareció.

—Buenos días, señora —Saludo. Rápido oculte debajo de la almohada la caja de anticonceptivos.

—Buenos días —Intente aparentar normalidad. ¿Había visto algo?

—Le traje un té — ¿Té? Comenzaba a odiarlos, a todas horas querían que los bebiera y me gustaban, pero no todos.

—Gracias —Conteste. Lo dejo sobre el tocador y se dirigió hacia la ventana, abrió las cortinas.

—Parece que será un agradable día —Comento mirando por la ventana.

—Si —Conteste sin moverme.

—La dejo para que se aliste.

—Gracias —Sintiéndome tensa, la observe hasta que salió de la habitación. Esperaba por todos los dioses que no hubiera visto las pastillas. Jae sabía que las tomaba, pero no tenía idea si mi suegra estaba al tanto y si no era así ¿Qué pensaría? En teoría no estaba manteniendo relaciones con nadie, no tenía excusa para tomarlas. ¡Rayos!

~Narrador~

Inés espero hasta que vio marcharse a Hannia, para contarle lo que había visto a su ama. Sobre todo porque tenía relación justamente con lo que intentaban lograr.

—Señora —Dijo deteniéndose en la entrada de la sala.

— ¿Qué pasa? —Pregunto la mujer sin apartar la vista de su periódico.

—Tengo algo que contarle acerca de la señora Hannia —La mujer levanto la mirada y la miro intrigada.

— ¿Qué es?

—Hace un momento, vi que tomaba una pastilla. No sé mucho, pero podría asegurar que eran anticonceptivos —El rostro de la mujer se crispo con furia.

— ¿Qué? ¿Estás segura?

—No del todo…

—Ve y registra su habitación. Ahora mismo.

—Entendido.

Inés acato la orden y subió hasta la habitación. Vicky, quien vigilaba todo lo que ocurría, vio como Inés entraba en la habitación de Hannia y rápido tomo su celular. Espero que comenzara a timbrar y luego escucho la voz que la atendía.