~Hannia~
Tenía que admitir que me gustaban esos arranques de locura que tenía Jae, me gustaba sentir el peligro y la adrenalina. Pero después de lo que había ocurrido con Max, no quería volver a sentir esa bochornosa experiencia, aun no podía superar las burlas constantes de Max. Porque aunque hubiera dicho que no había visto nada, la escena había sido bastante explicita y eso le era suficiente para sacar sus comentarios picantes cada que podia. Sin embargo, Jae me ponía las cosas difíciles, sentir sus besos sobre mi cuello, rompía mi poca voluntad.
—Creo que eso se puede solucionar —Aseguro mirándome con una sonrisa traviesa. ¡Dios! ¿En que estaba pensando? Escuchamos unas voces acercándose y Jae se apartó de mí. Segundos después, apareció el arquitecto con su acompañante en la puerta del salón.
—Señorita ¿Quiere que le muestre el resto de la construcción? —Pregunto mirándome. Jae se giró hacia él aclarándose la voz. Hasta el momento Jae había permanecido distante a lo que hacía, pero parecía que ahora quería hablar con él. ¿De qué? ¿Sobre qué?
—Veo que esta parte es la más avanzada —Comento caminando hacia donde estaba el arquitecto. Quien lo miro desconcertado.
— ¿Y usted es…? —Pregunto con cierta hostilidad. ¡Cierto! No los había presentado.
—Él es el presidente Kim —Intervine antes de que pasara algo malo. Seguro Jae se molestaría por la actitud de él. Ambos le hicieron una reverencia al instante.
—Lo siento, señor Kim, debió avisarnos que vendría personalmente —Dijo el arquitecto con el rostro apenado.
—No hacía falta, solo pase para ver un poco. Pero ¿Le importaría irse y no dejar que nadie más venga aquí? Al menos por un rato — ¡Dios! ¿De verdad lo estaba haciendo? Sentí arder las mejillas, mientras ambos hombres se miraban desconcertados ante su petición. ¿En que estaba pensando Jae con semejante petición?
—Claro, pero… —Comenzó a decir el hombre, pero Jae lo interrumpió.
—Nos gustaría ver el lugar con detenimiento… a solas. Si no les importa… —Su expresión era fría y llena de autoritarismo, lo que termino de convencerlos.
—Claro, señor. No hay ningún problema —Dijo el acompañante del arquitecto, quien lo tomo del brazo, jalando hacia la puerta— Si necesitan algo, solo llámenos.
—Por supuesto —Contesto Jae— Pero únicamente vengan si los llamo. ¿Entendido? —La voz amenazante de Jae era por demás aterradora. Ambos salieron prácticamente corriendo del lugar.
— ¿Porque hiciste eso? —Quise saber— ¿Estás loco?
—Ya te lo dije, no puedo esperar —Avanzo hacia mí, mirándome como un animal salvaje apunto de devorar a su presa. ¡Dios! Las piernas me temblaron y el corazón comenzó a latirme de prisa.
—Jae, estamos en una obra… y… hay muchos hombres aquí.
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La Esposa de mi Hermano
RomanceSinopsis: Para Jae, la palabra imposible no existe y cuando debe encontrar una esposa para su hermano, nada lo detendrá, ni siquiera si tiene que pagar por ella. Hannia es una chica que a pesar de gozar de las comodidades de su posición social, no s...