Capítulo 51

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~Hannia~

Al entrar al edificio, me sorprendió y extraño al mismo tiempo, encontrar junto a la puerta a Soledad.

―Buenos días, señora ―Saludo haciéndome una reverencia y después me indico que avanzáramos.

―Hola ―Dije un poco desconcertada― ¿Por qué estás aquí? ―Quise saber.

―A partir de hoy esperare por usted aquí ―Aseguro. La mire aún más extrañada.

―No es necesario, podemos vernos en la oficina.

―Fueron instrucciones del señor Kim ―Bien, si era cosa de Jae no tenía mucho que decir al respecto. Aunque no tenía idea del porqué lo mejor era no llevarle la contraria. Sobre todo ahora que no estábamos en buenos términos. De pronto mis ojos se encontraron con la tal Ney, quien me fulminaba con la mirada mientras agitaba unas hojas que sostenía en las manos, estaba justo en el extremo contrario del lobby― No le tome mucho aprecio ―Me susurro Soledad tomándome del brazo y haciéndome entrar al elevador con rapidez.

― ¿Cómo? ―Pregunte desconcertada. ¿A qué se refería con “no le tome mucho aprecio”? ¿Qué tan enterada estaba de lo que ella había tenido con Jae?

―Parece una mala persona ―Murmuro con nerviosismo.

― ¿Sabes quién es? ―Le pregunte.

―La nueva asistente del señor Seung ―Contesto sin mirarme a los ojos.

―Sí, pero… ―Las puertas se abrieron y Max apareció. ¡Genial! No podría preguntarle más.

―Buenos días ―Saludo colocándose a un lado de mí.

―Hola, Max ―Conteste aun con la mirada en Soledad.

― ¿Sigues molesta? ―Me pregunto Max con tranquilidad.

Le dedique una mirada amenazante, no es que no confiara en Soledad, pero no me gustaba que se enterara de todo lo que ocurría con Jae, era bastante vergonzoso que estuviera al tanto de los encuentros dentro de mi oficina.

―Si lo sabes ¿Para qué me preguntas? ―Conteste a la defensiva y él soltó una carcajada.

―Creo que eso contesta mi pregunta.

―Um ―Murmure sin mirarlo.

―Ya veo porque esta de malas mi jefe ―Dijo encogiéndose de hombros, fingiendo pesar. Aunque podía imaginar que por dentro lo pasaba a lo grande. Decidí ignorarlo hasta que las puertas se abrieron justo en el piso de mi oficina.

Soledad y yo salimos del ascensor y entramos en mi oficina, minutos después entraron el equipo que coordinaba el proyecto del complejo turístico. Aun había muchos detalles por revisar y también tenía que presentar la propuesta que me había entregado Noemí. Así que una vez que estuvieron todos, comenzamos a trabajar.

La Esposa de mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora