~Hannia~
Lentamente cubrió toda la superficie de mis pechos con su sabor, sus besos eran tiernos y amables. Sus caricias eran también completamente distintos de la otra noche, ahora llevo las cosas despacio y me perdí en el inmenso placer que me daba. Sonrió mientras me miraba y recorría mi vientre con sus manos.
—Me gusta cómo reacciona tu cuerpo —Dijo besándome. Su beso reclamo el interior de mi boca, sentí su sabor, mientras su lengua exploraba cada lugar y al mismo tiempo se enfrascaba en una batalla con mi lengua.
Sus manos se movieron por mi espalda y liberaron mi sostén, sin dejar de besarme de ese modo tan ardiente que despertaba el deseo en cada parte de mi cuerpo. Quería sentirlo, quería pertenecerle, sin importar nada, ser suya. Una vez que libero mis pechos, separo su boca de la mía y mirándome con ternura, bajo hacia mi pecho. Donde comenzó a besar mis senos y a masajearlos con suavidad, para después juguetear con mis pezones. Todo era distinto, ahora cuidaba de mí, estaba al pendiente de mi expresión, de mis reacciones. ¿A eso se refería con “Como reacciona tu cuerpo”? ¿Y cómo no hacerlo? La atracción que sentía por él, era más fuerte que mi parte racional. Con Jae, todo pensamiento sensato se perdía, yo me perdía en su pasión.
Después de explorar mis senos, se levantó de la cama y comenzó a quitarse la ropa, mientras sus ojos seguían fijos en los míos. Su mirada era hipnótica, me atrapaba, no solo por lo hermoso de sus ojos, sino por todo lo que trasmitían, el deseo inminente y algo más que no pude descifrar. Saber que era capaz de despertar esa clase se sentimientos en un hombre como Jae, era aún más gratificante que cualquier otra cosa. Aunque, desde luego, estaba lejos de ser algo como amor y era consciente de eso. Se quitó la camisa y me dejo sin aliento, a pesar de no ser demasiado robusto, su cuerpo esbelto se veía realmente trabajado y firme, lo que me hizo desear tocarlo. Me mordí el labio inferior y él sonrió. Se desabrocho los pantalones y los deslizo por sus piernas, dejándolo al descubierto su prominente bulto. Lentamente bajo su bóxer, aumentando mi expectación, tomo el preservativo de la bolsa de su pantalón y se lo coloco sobre su firme miembro.
—Esta vez tendré más cuidado —Susurro acercando su rostro al mío. “No lo seas” pensé al recordar la manera salvaje e impetuosa con la que me había penetrado en su oficina. Me limite a asentir y esbozar una sonrisa nerviosa, no porque tuviera miedo, más bien porque las ansias crecían en mí.
Se movió, hasta que su miembro quedo en la entrada de mi sexo, deje escapar un suspiro y pase saliva. Lentamente lo empujo en mi interior, mi cuerpo se estremeció y me aferre a las sabanas. Una vez dentro de mí, busco mis labios mientras la fricción entre nuestros cuerpos provocaba que todo mi cuerpo se sintiera desfallecer. Los espasmos me invadieron con forme me acercaba al orgasmo y con ello, gemidos comenzaron a escapar de mis labios, pero la fusión entre nuestras bocas los ahogaban. Arquee la espalda cuando llegue al clímax, mientras mi cuerpo se estremecía. Era maravilloso, las piernas me temblaban, abrí los ojos y busque su rostro. Sus músculos estaban tensos y después de unos segundos ahogo un sonido agudo cuando alcanzó el orgasmo. Ver la satisfacción en su cara, me provoco tanta satisfacción que rodé sobre él y comencé a besarlo con pasión. Él deslizo sus manos por mi espalda, aun estábamos unidos, podía sentirlo en mí. Aproveche tenerlo debajo de mí y acaricie su rostro, su pelo, su pecho.
— ¿Todo bien? —Pregunto mirándome con curiosidad. Sonreí tontamente mientras hundía mi rostro en su cuello y me impregnaba de su aroma.
ESTÁS LEYENDO
La Esposa de mi Hermano
RomanceSinopsis: Para Jae, la palabra imposible no existe y cuando debe encontrar una esposa para su hermano, nada lo detendrá, ni siquiera si tiene que pagar por ella. Hannia es una chica que a pesar de gozar de las comodidades de su posición social, no s...