capítulo 23 trabajo y más trabajo

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Me encamino hasta la oficina de Richard quien al entra esta con cara de poco amigo, quiero huir pero ya es tarde.

-¡Christopher Vélez! ¿Dónde demonios estabas?—grita enfadado el Jefe, trago grueso e intento no hacerle ver mis nervios.

-Estaba en el hotel hablando con el gerente, luego llegue y pase hasta medicina forense para saber que habían encontrado—digo firme escondiendo mis nervios.

-mmm ya  ¿que encontraron?—pregunta algo dudoso, este chico es muy intimidante.

-Fue un disparo a quema ropa uno de ellos fue la que causó la muerte, aparte se descarta violación—respondo más tranquilo.

-Está bien, disculpa mi enojo—dice el jefe bastante apenado—este día ha sido muy fuerte, Aailayah se enfermó y estoy aquí sin saber nada, desde que Emma se la llevó al médico no me ha llamado estoy desesperado—dice al borde de las lágrimas.

-Jefe vaya a verla, yo me quedo a cargo—digo, el me observa y me da un abrazo.

-Gracias Chris, no sabes cuánto te agradezco—dice con mucha sinceridad—te debo una—dice y sale disparado de la oficina. Creo que debo apresurarme hacer el papeleo o se me hará tarde para la salida con Payne.

Veo algunos documentos del caso anterior reviso minuciosamente para ver si encuentro algo que me indique la conexión de este caso con el de ahora.

-¡lo logre!—grita una voz reconocida elevo mi vista y me encuentro con la abogada y Fiscal Payne, ella me observa con mala cara—y el Jefe Richard ¿Dónde está?.

-Resolviendo un asunto personal—digo cortante—si quiere le dejas el recado—digo restándole importancia a su cara.

-Bueno ya que él no está y el que esta eres tú—me mira con desagrado—ganamos el caso sentenciaron Jhon Cladella cadena perpetua, con una posible extradición a México—dice con una sonrisa arrogante.

-Vaya, me alegro pero debemos tratar de evitar que aún no lo extraditen—digo, ella me observa raro—está ligado con el caso nuevo, la víctima era la secretaria de Sam—suelto rápidamente, ella se tensa.

-Tenemos dos semanas para lograr que eso suceda—dice la Fiscal Payne—pero puedo hacer que no suceda la extradición, dedíquense a investigar rápido y yo me encargo de lo demás—dice levantándose de la silla y se marcha. La Tía Payne es muy extraña creo que algo le debió haber pasado para ser tan dura con las personas.

  Vuelvo a mis asuntos Richard tiene muchos documento clasificado, los reviso uno por uno pero no encontraba nada.

-Jefe Vélez—entra la oficial D’angelo y capta mi atención, me da un saludo.

-Oficial D’angelo ¿que la trae por acá?—pregunto curioso.

-Me asignaron a su brigada, le tengo un avance del caso—dice ella, creo que escuche bien está a mi cargo, de paso sabe del caso esa tiene que ser la fiscal Payne que quiere joder mi vida.

-Si, a ver cuéntame—digo con una sonrisa forzada, ella toma asiento, si pedirme permiso claro esta, yo la mire fijamente pero ella ni se inmuto ante mi expresión.

-Pamela Riderfot 34 años de edad secretaria de Sam Harvey desde hace dos años, su esposo es Marco Ritter tienen un hijo de 14 años viven en Hoboken—dice ella yo sé todo eso, no le prestó atención salvo cuando dijo el nombre de Marco Ritter es uno de los compañero de Sam.

-Eso ya lo sabía, salvo lo de Ritter—digo restándole importancia a todo lo demás.

-Pero lo que usted no sabe es que Sam Harvey y Pamela Riderfot eran amantes—eso amiga sí que no me lo esperaba, vaya se ganado un punto la chica.

-Bien hecho, puedes retirarte—digo amablemente ella se despide con su saludo oficial y se retira.
    
  Tenemos un sospechoso que es el esposo, debo interrogarlo, le diré a Payne que me acompañe luego de cenar, me sumerjo en todos esos documento buscando más pistas.

-Dímelo papi ¿nos vamos?—escucho una voz conocida alzo la vista y me encuentro con Zabdi recostado en el marco de la puerta con los brazos cruzados, observo el reloj y faltan 10 min para las sietes de la noche.

- No, debo hacer algo primero—digo levantándome de la silla, tomo mi chaqueta, Zabdi me observa curioso con una sonrisa pícara—si quieres te adelantas tú, nos vemos en la casa más tarde—digo cuando intento pasar por su lado.

-Tranquilo papi, creo que estás muy apurado—dice con ironía, asiento afirmativo, me encamino y me grita— ¡Payne que te espera en el estacionamiento!—grita Zabdi y yo me detengo en seco y me giro a verlo.

-¿Cómo?—acaso escuche bien— ¿ella te dijo?—pregunto nervioso.

-Si me la encontré en el ascensor, y te envió ese recado—dice Zabdi soltando una risita y moviendo sus cejas de arriba abajo, lo cual me hace sonrojar.

-Si la invite a cenar—digo vencido, Zabdi es mi amigo y no le puedo mentir el me conoce muy bien—siento no acompañarte esta noche de regreso a la casa—digo disculpándome con el.

-Tranquilo Chris yo también saldré con Joel, Erick, y Jimm vamos un rato a Hudson Brett—dice mi amigo ya estábamos nuevamente emprendiendo la marcha, sé que a Zabdi le gusta a Jimm pero no lo quiere admitir, tomamos el ascensor, marcamos planta baja y es pocos minuto estábamos allí se abrió el ascensor y salimos visualicé a Joel con Payne que estaban hablando ella sonreía divertida se ve hermosa, ella se percata y me da una mirada luego me da un saludo.

-¿Lista?—le susurro en su oído, ella me observa fijamente.

-Si más que lista—contesta y me toma mi mano, nuevamente siento como el corazón se acelera, se despide de Joel quien le dice algo que no logro escuchar ella le da un golpe en su hombro y el ríe a carcajada, me despido de Zabdi y nos subimos a su camioneta ella es la que va conduciendo

Aja... ¿Como será esa cita?
Y Sam y Pamela amantes ¿Será?

The Hudson CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora