|DOS|

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|02|Aunque no te pueda ver

La poca luz de un nuevo día en la gran ciudad se escabullía por las acumuladas nubes grises —incluso varias llegaban atravesar los enormes edificios dejando una vista nula más allá de las nubes oscuras— era ya la temporada de fuertes lluvias; logrando que parte de la ciudad se sumergiera en un tono melancólico (cual no ayudaba a mejorar su estado de ánimo). Observo con pereza su teléfono, que reposaba sobre las sabanas revueltas de su cama. Con un botón encendió la pantalla de bloqueo, la foto de él junto a Cherry ya había sido reemplazada por una de un simple gato gordo, tenía varios mensajes que no planeaba leer aun, así que deslizo su dedo para ignorarlos y dirigió su vista hacia la hora: 6:44 am. Aún era temprano para su turno. Apago de nuevo su móvil para después aventarlo al otro extremo del colchón.

Soltó un cansado bostezo mientras daba vuelta sobre su cama para quedar boca arriba y solo se dedicó colocar su visión a un punto muerto del techo blanco, trataba de ordenar sus ideas. Estaba perdido y destrozado aunque lo quisiera negar. Keith no había dormido bien desde el viernes, desde ese día pico lo llamaba todos las mañanas antes de ir a su turno en el hospital e incluso creía que intentaba aprenderse la hora de su salida (siendo que fallaba y lo llamaba antes o después de esta). Y hoy no sería la excepción, el sonido del tono personalizado que tenía para su amigo comenzó a resonar por la pequeña habitación.

Comenzó a quejarse por tener que levantarse, pero aún no pudo evitar de sentirse algo contento de saber que alguien se preocupa por él y no lo invade con preguntas que por el momento prefería no contestar. Mientras que Pico ni siquiera había preguntado la razón del rompimiento, solo lo escuchaba y preguntaba cómo se sentía ese día. Tomo su celular de vuelta y deslizo su dedo aceptando el video llamado. En un parpadeo apareció el rostro soñoliento su viejo amigo, quien bostezo antes de decir hola —cual parecía más un murmullo sin sentido—. Acción que provocaba que Keith sonriera un poco.

—No te burles, me tocó el turno nocturno —se excusó.

—Deberías dormir.

—Como si pudiera, Nene está dormida en mi sala, cuando despierte; lo cual no tarda en pasar. No me dejara en paz y comenzara a quejarse de Darnell —suspiro con cansancio— al parecer algo paso entre ellos el viernes.

Keith solo observaba como el contraria daba vueltas por departamento, al parecer se dirigía hacia la cocina. Sin pensarlo el joven de cabellera celeste abrió la ventana que lo llevaba a las escaleras de emergencias, salió de su departamento (aunque solo era un simple cuarto y un baño personal) con cuidado aprovechando que su amigo estaba distraído en su casa para salir y sentarse sobre las escaleras de acero. Amaba estar en ese lugar, aunque también traía recuerdos tristes porque era el lugar favorito de Girlfriend y él. Se dio una cachetada mental, no podía estar pensar en ella cuando su amigo hacia lo posible, que aunque no lo pudiera ver en persona hacia mucho esfuerzo en ser de ayuda. Suspiro derrotado y miro a su compañero que por suerte no noto su silencio. Fingió una sonrisa observando como Pico buscaba entre los anaqueles de la cocina, maldiciendo en voz baja creyendo que el peli celeste no lo escucharía.

—Hablando del viernes...—Trato de sacarle conversación de la supuesta sorpresa, siendo que el contrario no comentaba ninguna pista de lo que tenía planeado para el día de mañana.

Al escucharlo Pico paro su búsqueda y miro directamente la pantalla con una sonrisa burlona.

—No me he olvidado de tu sorpresa, aunque deberías ser más paciente, solo espera hasta mañana.

—Sabes que no tengo paciencia.

—Lo sé, siempre te comportas como un niño en estos casos —se burló y antes que el otro se molestara cambio de tema— ¿Por cierto te toca el turno de la mañana?

—Por desgracia si —se quejó— me toca estar en el área de cardiología con Sempai.

—Aún sigo con la duda porque le llaman así.

—Créeme que ninguna de las enfermeras ni los pasantes sabe cuál es su verdadero nombre, creo que hasta este punto ni su pareja debe de acordarse.

Ambos rieron ante el comentario, era agradable cuando juntos hablaban de sus trabajos sin aburrirse, tanto Pico como jefe de bomberos o Keith siendo enfermero. Se sentía una paz que sin saberlo los dos amaban.

Pasaron un rato largo en la llamada, Boyfriend miro la hora en aquel viejo reloj que tenia en su sala, sorprendiéndose que habían estado más de una hora y media.

—Creo que es hora de colgar, no quiero llegar tarde —comento.

—Ok, suerte en tu trabajo, trata de no matar al doctor ese.

El menor de los dos rio en bajo.

—Hablamos en unas horas...

El menor pudo notar como el rostro de su amigo cambio de repente, aquella expresión tan calmada fue sustituida por una decepcionada.

—Keith —lo llamo, rasco su nuca con la mano libre y miro a la pantalla directamente a los ojos oscuros del joven— hablando de eso, no creo poder llamarte cuando termine tu turno.

—Oh... ¿Enserio? —si rostro parecía triste, pero se sentía más decepcionado por la noticia.

—Si —respondió en voz baja— surgió un compromiso esta noche. Lo siento. Te lo recompensare con la sorpresa de mañana. Bueno te dejo creo que Nene comenzó a despertarse. Te llamare en otro momento.

—Si, no hay problema, adiós.

Keith le devolvió la despedida algo apagada pero no le dio tiempo a su compañero de reaccionar pues dio fin a la llamada dejando ver la pantalla negra de móvil. Inhalo y exhaló dejando salir por su boca una pequeña nube a causa de la baja temperatura en el ambiente. Dando señal que la temperatura seria baja todo el día. Observo el paisaje urbano de la ciudad para después volver adentrase al lugar.

Por otro lado en San Francisco, las horas habían pasado volando, llegando al punto donde el atardecer comenzaba de llenar de colores anaranjados las calles. Pero ese no es el punto, la noche no tardaba de gobernar los cielos cosa que el joven pelirrojo lo sabía. Estaba terminando de ordenar sus maletas y tener todo listo para un viaje. Se encontraba en su habitación acompañado de una mujer de cabellera castaña y ojos amarillentos que solo lo miraba sin mucho interés acostada en una esquina de su cama.

—¿Una semana? —pregunto ella resaltando su acento alemán.

Pico suspiro y la miro indiferente.

—Sí, tengo todo listo para llegar allá en la mañana —comento— ¿Puedes regar las plantas?

—¿Por no se lo pides a los idiotas de tus amigos?

—Porque son idiotas y son capaces de hacer orgias en mi casa mientras no estoy —explico soltando un gruñido al final.

—Buen punto, ¿Ellos saben a dónde iras?

—No...pero tampoco es que les importe —cerro su maleta para después colocarla parada sobre el suelo— yo he cubierto sus turnos todo mientras ellos tenían resaca o cuando despertaban en una casa a las afueras de la ciudad. Así que no tengo problema en irme.

—Si tú lo dices.

Comento con desinterés mientras fijaba su vista en su teléfono. El pelirrojo rodeo la mirada con fastidio para después tomar su billete y papeles, se sentía ansioso de volver a ver a su amigo después de tantos meses. Su rostro formo una media sonrisa para después guardar sus documentos en una pequeña mochila de viajes.

|| Afterglow || BF x PicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora