|| Afterglow || BF x Pico

|VEINTITRES|

|23|Dueles

Se separaron, estaban completamente cautivados al que perdidos en la mirada de su compañero, ese beso resulto ser mucho mejor de lo que habían imaginado. La barba bien cortada del pelirrojo le provocaba cosquillas mientras que los labios delgados de Keith parecían demasiado más experimentados. No podían creer lo mucho que en verdad le gusto y lo perfectos que congeniaban.

Pico junto sus frentes y Keith entrelazo sus manos con la del otro, mirándose a los ojos

–Besas del asco –comento el pelirrojo con una sonrisa boba adornando sus labios.

–Pero vaya que lo disfrutaste –dijo burlón–Y a ti te apesta el hocico.

El mayor cerró sus ojos para después soltar una carcajada.

–Yo no fui el que quería besarme aun sabiendo que estaba tomando minutos antes.

Las mejillas del peli celeste se encendieron ante el comentario pero aun así se mostraba burlón.

–Eres un idiota cara de mierda.

–Y tu un enano imbécil.

–Ambos en verdad son unos idiotas –hablo una tercera voz detrás de los dos hombres.

Rápidamente ambos voltearon atrás encontrándose con la joven de ascendencia japonesa, con simple camisón blanco y un bata de un color verdeazulado miraba a los dos con una pequeña sonrisa. En sus manos portaba el paraguas anteriormente tirado por el menor.

–Por favor no cojan hoy, tengo trabajo mañana y no quiero ir traumada –se burlo.

–JA, ya quisiera este tonto –comento juguetón el menor de estatura separándose del mayor.

–Tú te lo pierdes –encogió de hombros de manera desinteresada.

–No tendré sexo contigo, no por ahora.

–Oh vamos, dijiste eso la última vez –expreso dramáticamente causando una risa al par de hermanos.

Keith sonrió, casi nadie conocía ese lado juguetón del mayor dato que lo hacía sentir bien en su interior.

–Invítame a una cena primero y me lo pensare.

Pico tomo su cerveza miro al menor con una sonrisa pícara para después tomar un trago de la bebida.

–Tómalo por hecho, te llevare al mejor puesto de hamburguesas de la ciudad.

Sonrió mostrando sus dientes blancos para luego tirar la botella (ahora vacía) en el bote de basura, observo a su amado y soltando una risa algo picara lo tomo del matón obligando a que viera sus ojos plateados. Y con su voz ronca y seductora –aunque aún seguía siendo juguetón como siempre–.

–Así que ve preparándote que tendrás el mejor sexo de la historia.

Por su lado Keith entre avergonzado y molesto tomo su rostro con ambas manos acariciando sus mejillas con delicadeza a poca distancia para volver a repetir aquel beso. Pico que le hipnotizado con los movimientos del menor y cuando el peli celeste parecía decir algo, cerro sus labios y le dio un fuerte golpe con su pierna en el estómago del mayor. Keith se separó de él cruzo sus brazos sobre su pecho y lo miro molesto. El mayor aun retorciéndose del dolor la sonrisa de su rostro no desaparecía, sujetaba su estómago con fuerza para después retarlo con la mirada.

–Tu trasero ahora me pertenece.

La risa de Miku resonó en el lugar. Ella estaba completamente entretenida con todo aquel show que creaban el par de adultos jóvenes. Mientras que el joven enfermero sonrió divertido. Como había extrañado tanto aquellas bromas y juegos sexuales que tanto hacían, solo que ahora estaba algo interesado en esas propuestas.