|CATORCE|

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|14|Ella

Termino de echarle agua caliente en los dos envases de sopa instantánea, dejo la tetera un costado de la estufa, metió dos tenedores en su sudadera y cargando ambos envases se dirigió a la escalera de emergencias donde le esperaba su compañero. Se dirigió hacia la ventana del costado de su cama con sumo cuidado de no mojarse con el agua ardiente. Pico no dudo en ayudarlo, se acercó a él y tomo ambos envases para pudiera pasar sin problemas. Logrando que sus pies descalzaos tocaran el metal frio de la plataforma. Una vez afuera colocaron las sopas en el borde de la ventana. Keith saco los cubiertos de su sudadera y los puso sobre estas.

Habían sacado varias almohadas y cobijas al pequeño sitio, aprovechando que no llovió ese día.

Pico se dedicaba afinar la vieja guitarra del menor, mirando a la nada, no faltaba mucho para que el sol se escondiera al final de la calle. Este le sonrió relajadamente. Lograron escuchar como el tren pasaba cerca del edificio. Era un ambiente tranquilo, sin palabras, las cuales no eran necesarias para los dos. Solamente querían aprovechar su última noche juntos antes que el mayor regresara a San Francisco.

Cuando la noche se acercaba cada vez a la ciudad, ambos hombres se quedaban embobados ante el resplandor de la mirada del otro. Sentía que en cualquier momento saltarían hacia el otro y por fin reclamarían aquel tan esperado beso que tanto anhelaban sin en verdad saberlo. La tensión sexual que los invadía cada vez se hacía más y más fuerte. Entonces ¿Por qué no mierda aceptan ese deseo? ¿Qué es lo que les impide quererse?

Tal vez sea difícil aceptar que te sientes atraído por alguien de tu mismo sexo, teniendo casi treinta años y múltiples relaciones con el sexo contrario. Que después de toda una vida creyendo que eres hetero de un día para el otro te guste un hombre, era difícil de asimilar. Como dije antes, era fácil aceptar que te gusta tu mejor amigo pero aceptarte a ti mismo, creyendo que es un simple gusto pasajero. Tal vez sea esa la razón...

O el simple hecho que por otro lado estaba ella...

Cuando se adentró más la oscuridad la noche y las luces neón iluminaban sus rostros, los dos decidieron entrar, recogieron todas sus cosas y prepararon la cama para por fin descansar. Pero de nuevo, tentados a continuar con sus "juegos". Ambos se encontraban en una posición algo comprometedora. Acorralado en una pared, Boyfriend miraba de manera desafiante a su compañero quien lo abrazaba de la cadera y no despegaba su vista de aquellos oscuros ojos. No tenían ni la mínima puta idea de cómo llegaron allí, solo recordaban que al adentrarse por la ventana el mayor lo empujo provocando que este callera al suelo de frente. Eso explicaba porque se encontraba con la frente rojiza en ese momento.

Sus mentes pasaban por varias situaciones eróticas y culposas. Pero de nuevo llego a su mente aquella mujer de cabellera castaña. Keith bajo su mirada al ver las cajas con las pertenencias de su ex amada. Pico lo noto, al igual que él con el paso de uno de sus inesperados acercamientos no podía evitar sentirse culpable por hacerle eso a su amiga. Cherry no tiene culpa de nada, los dos la querían de tal manera que podían sacrificar un tiempo, querían respetarla como ella se lo merece, al fin acabo ambos querían aclarar sus mentes. Echar agua al fuego que pronto se convertiría en incendio si no paraban en ese momento.

Ambos sabían que era apresurado. Se querían pero no era el momento indicado, aunque literalmente nunca llegaban a nada

–Creo que debemos dejarlo hasta aquí –comento decaído.

Se separaron. Keith no dijo nada solo asintió porque sabían que tenían que parar. Ya no son adolescentes con hormonas al aire, tenían que controlarse por lo menos ahora.

–Tan siquiera déjame besarte, solo una vez –comento el mayor en un ligero susurro.

El menor lo miro a los ojos del contrario notando un gran brillo sobre estos. Respiro hondo, lo tomo del cuello y en un fuerte y rápido movimiento...

Provoco que ambos se golpearan sus labios con los dientes del contrario. Adolorido Pico se separó, saboreó el metálico sabor de la sangre notando rápidamente que se había roto el labio inferior, colocando su mano sobre su boca y se dirigió al baño para limpiarse la herida.

Por su otro lado Keith solo obtuvo un fuerte golpe, escondió su rostro entre sus manos intentando en no reírse fuertemente al mismo tiempo en él quería echarse al suelo a llorar. La había jodido y en grande.

|| Afterglow || BF x PicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora