|VEINTICUATRO|

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|24|Me duele amarte

Giro una y otra vez sobre el colchón viejo de su antigua habitación, no logro conciliar el sueño, tenía suerte que hoy era su día (o mejor dicho noche) de descanso. Tomo asiento sobre el borde del colchón individual. Con la mirada clavada en el suelo soltó un grito mezclado con un quejido para luego tomar las hebras celeste de su cabellera y jalarlas con fuerza.

Pico. Era lo único que invadía su cabeza a tal punto que las ganas de gritar lo invadían. Debía de ser fácil, ya acepto sus sentimientos por que no puede ser feliz. Al fin acabo fue correspondido. Suspiro y se levantó para ponerse su sudadera gris que descansaba sobre la silla de su escritorio.

Sin aviso o nota salió de la casa de su hermana para indagar por las calles. Aún era de madrugada, las calles con apenas eran iluminadas por la poca luz de un nuevo día. Lo único que quedo de la tormenta –cual acabo horas atrás– eran los múltiples charcos esparcidos por la banqueta y calle. Sin importarle mucho que estaba completamente con pantalón deportivo y una simple sudadera camino hacia la estación de bomberos. No tardo mucho para salir de la zona residencial de la ciudad, no había mucha gente en su alrededor cosa que apreciaba al sentir la tranquilidad en el ambiente. Con sus manos ocultas dentro de su sudadera no paraba de tararear la misma melodía de sentido.

No podía evitar pisar los charcos con fuerza sin ningún temor a ensuciarse entra más perdido en su mente los paso sobre la acera aumentaba no entendía porque pero quería encontrarse lo más pronto posible con Pico. No sabía con seguridad cuando comenzó a correr por las calles pero no le importaba. Cruzaba los múltiples obstáculos que le se le cruzaba, su corazón comenzó a latir logrando una calidez en su interior y su sonrisa no tardó en aparecer provocando que aquellos par de orbes oscuros se podría observar con claridad.

"–Solo quiero besarte"

Las palabras marcadas en aquel día en su departamento retumbaron su mente. Junto a ellas las imágenes del mayor sonriendo, bromeando e incluso su rostro serio y relajado provocaba que las mariposas de su interior se alborotaban.

Le dolía amarlo como también dejarlo ir. A veces ni él mismo llegaba a entender este extraño mal sabor.

Con una respiración agitada quedo prado en frente de la estación, podía observar a los miembros moverse de un lado dentro del edificio mientras trataba de recuperar el aliento de sus labios salía un hilo delgado a causa de la baja temperatura de la mañana. Tal vez la tormenta aun no desaparecía por completo.

Suspiro cerrando sus ojos por un momento, tomo valor para después comenzar a caminar hacia el lugar haciendo su mayor esfuerzo para verse lo más normal posible.

–¿Hombrecito cuánto tiempo? –escucho una vez que se encontraba en la entrada.

Reconoció la voz al instante provocando que girara su mirada y encontrándose con el hombre de barba algo mal cuidada y su inseparable cigarrillo entre los dedos de su mano.

–Garcello, hola –comento algo sorprendido de aquel reencuentro.

El más alto dio una calada de su cigarrillo para después mirarlo con una sonrisa relajada.

–Me imagino que buscas a Pico –dijo remarcando su voz ronca.

–¿Cómo lo sabes?

–Bueno eres el único al cual él considera su amigo y no un estorbo.

Podía haberse sonrojado, si, pero él ya estaba consciente de lo antisocial que era el pelirrojo y de que si no fuera un problema ya habría golpeado a varios de sus compañeros. Simplemente opto por una pequeña sonrisa adornando su rostro y sin olvidar que aún no sabía cómo saludar al mencionado o que decir cuando en su mente lo invadía el miedo junto las ganas de besarlo como aquella tarde en el pórtico.

|| Afterglow || BF x PicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora