|| Afterglow || BF x Pico

|VEINTICINCO|

|25|Recuerdos

Miro su reflejo en su viejo tocador, peinando una y otra vez su corta cabellera. De repente noto aquella antigua fotografía pegada con una desgastada estampa de <<The Rolling Stones>> su grupo favorito cuando era adolescente. Dejo el cepillo sobre la madera –cuya pintura blanca estaba dañada por el paso del tiempo– la tomo sin muchos esfuerzos ya que el pegamento de la calcomanía ya no era tan fuerte como antes.

Era la foto de la primera batalla de rap de Keith, donde salió victorioso, estaban abrazados los dos mientras que en el fondo la imagen de Pico se podía apreciar entre la multitud.

<<–Creo que amo a Keith tanto que me duele el pensar en lo que pasara>>

Las palabras de su amigo resonaban una y otra vez por su mente. No podía evitar pensar que sin ella en medio ambos pudieron ser algo.

Negó levemente. No quería que esos pensamientos volvieran a afectarle como antes.

{...}

Miro ambos lados después de leer las palabras <Puta, cualquiera y roba novios> escrito con plumones permanentes sobre el metal de su casillero tratando de encontrar al culpable pero lo único que consiguió fueron los múltiples mormullos y mirada criticonas de sus "compañeros" y desconocidos. Cherry quien ya no aguantaba las ganas de llorar agacho la mirada para después abrir su casillero y tomar unos de los pañuelos que guardaba de su bolso de maquillaje saco una botellita de acetona para volver cerrar el casillero y empezar a limpiarlo.

Con una mirada sin vida soltó un suspiro cansado, estaba harta de que toda su vida creyeran cosas de ella que ni siquiera ella misma sabía si eran verdad. Solo por ser hija de un famoso cantante de época y una hermosa modelo la tachaban como una niña mimada. No les decía nada a sus padres ya que hicieron el sacrificio de mudarse a San francisco y comenzar una vida normal con su amada hija. Y después de toda una vida estudiando en casa era hora que ella experimentara lo que era estar en clases presenciales.

Y vaya experiencia le toco.

Con la mirada al suelo intento ignorar a todos esos comentarios hirientes –de quienes no tenían el descaro de decirlo en voz baja–, abrió de nuevo su casillero para guardar la basura y poder seguir con las clases pero de repente un escalofrió recorrió su espalda al momento de sentir un líquido pegajoso mojando su larga cabellera. No pudo evitar soltar un pequeño grito, con temor toco su cabello sintiendo algo parecido a refresco. No aguantaba más y comenzó a sentir sus ojos cristalizar.

–La puta comenzó a llorar.

Al escuchar aquella voz chillona giro su mirada encontrándose con una de sus compañeras de salón, la rubia quien fue la que hablo tenía en sus manos la botella ya vacía cual movía levemente con orgullo.

–Yo no veo que estés llorando, Verónica –dijo alguien acercándose al lugar.

–Tú no te metas fenómeno.

Cherry miro al chico que le contesto a la rubia. Reconoció al pelirrojo al instante compartía una o dos clases con él, sabia de su existencia ya que siempre se destacaba por sus altas calificaciones y habilidad en las clases de educación física.

Varios alumnos comenzaron a observar la escena, la rubia se encontraba echando humos mientras que el rostro del chico de ojos plateados no podía importarle menos los insultos de ella.

–¿Estas bien? –pregunto con una voz amable a lado de ella.

–¿Qué? –Expreso algo perdida– yo...