|VEINTINUEVE|

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|29|Nostalgia

–Iré a visitar a mi madre –comento serio Keith.

Sin despegar la mirada del blanco techo de la habitación. Pico quien recién entro a al lugar con solo una toalla amarrada en su cintura, tenía su cabellera húmeda "peinada" hacia atrás miro a su amado quien ni le dirigía la mirada solamente se encontraba acostado sobre las sábanas blancas de la cama.

–¿Quieres te acompañe?

–No.

Al responder tomo asiento en el colchón, cruzando sus piernas como indio, lo miro de manera inexpresiva y negó con suavidad su cabeza.

–Es algo que tengo afrontarlo yo mismo –explico para cuestión de segundos mirarlo con interrogativa– Aparte ¿Cherry no te pidió que la acompañaras a buscar un departamento?

–Puedo posponerlo.

–Se ira mañana.

–Lo sé pero no pareces muy seguro de tu decisión, no sé lo que pasa entre ustedes. Siendo que cada vez que sacan ese tema de tu madre siempre pones una cara de fastidio.

–No te preocupes, es algo personal. Un día te contare todo.

Keith suspiro para luego dejarse caer de nuevo al colchón provocando que su cuerpo revotara un poco por esta acción y mirando un punto muerto en el cano techo.

–Como dice Miku tarde o temprano tendré que perdonarla –pareciera que lo dijo más para sí mismo que para su compañero.

Pico lo miro algo preocupado, no quería indagar más, respetaba la privacidad de su amigo y actual amante. Sabia mejor que nadie que todos tienen derecho a guardar sus secretos. Como dijo Keith algún día sabrá la verdad. Por lo mientras debe apoyarlo en todo lo que pueda.

El silencio invadió la habitación, solo el simple ruido de las aves cantando, posados afuera de la ventana del cuarto. El pelirrojo comenzó a cambiarse con tranquilidad, sin tener nada que decir al igual que su compañero quien ni se movía de su lugar.

Vistiendo con una ropa casual, comenzó abrocharse los botones de su camisa verde olivo y sin ver a su amante soltó una leve risa que llamo la atención del contrario. Keith lo observo curioso.

–Yo tengo suerte de llevarme bi...–se quedó callado un momento para luego corregirse– Bueno tengo una relación estable con mi padre.

Era claro que lo comento en tono de broma para calmar el ambiente. Boyfriend giro su cabeza a su dirección observándolo con obviedad.

–Eres adoptado.

–Creo estar consciente de ello –respondió Pico.

Keith tomo asiento en el borde de la cama, mientras que el pelirrojo terminaba de abotonarse los botones de la mangas dándole la espalda. El menor le dedico una mirada curiosa la cual llego a llamar la atención a su compañero, quien simplemente soltó un soplido y miro a su curioso amado.

–¿Nunca tuviste curiosidad por tus padres biológicos?

La pregunta lo tomo por sorpresa, a pesar de ser obvio a donde codicia la conversación, nunca había hablado de ello. Se le podía notar cuando el pelirrojo cambio su expresión a una triste pero a la vez molesta.

Keith abrió la boca para decirle que lo sentía si toco un punto sensible pero la voz seria de su amado le gano obligándolo a quedarse en silencio en su lugar.

–Cuando era adolescente le pregunte a John sobre eso. Él me dio una carpeta según el con todo lo que sabía de mis padres.

Dijo mirando a un punto cualquiera en el piso.

–¿Qué había? –pregunto curioso en una voz baja.

–Estaba casi vacío –dijo decaído para luego mirarlo– al parecer me dejaron en medio de un campo de batalla para dejarme morir con los soldados caídos. Solo dejaron una nota que era un estorbo y no debía nacer que era mejor dejarme morir con el enemigo –aunque le doliera miro a su amado con burla y una enorme sonrisa de dolor y tristeza– puedes creer que esos bastardos se les ocurriera abandonar a un bebé en medio de una batalla sangrienta.

–Pico...

Intento parar la narración pero fue en vano ya que el mayor continuaba. Sin importar el dolor que le causaba en ningún momento llego a romperse era como si ya no le doliera tanto contarlo. Como si hubiera aceptado todo su pasado. No como él.

–John no tardo en hallar a mis malditos padres pero al parecer no les interesaba saber de mí, es más, me vendieron a un miserable precio. John le dio el dinero con asco y me llevo con él para criarme con ayuda de los militares en especial Steve sin pedir nada a cambio, bueno solo con la condición de mantener en secreto que era su hijo –cerro sus ojos calmando todo aquellos revueltos sentimientos de antes para remplazarlos con una sonrisa calmada– Al parecer tienen la estúpida costumbre de golpear a todo aquel que se atreve a decir que es padre.

Al abrir los ojos de vuelta miro a su compañero con la misma indiferencia de siempre pero se podía sentir el aprecio que tenía en su narración con respeto a su cuidador.

–Así que toda duda sobre ellos me vale una mierda. John puede ser un idiota pero es mi padre.

Otra vez el silencio apareció, ninguno dijo nada. Keith ahora se sentía mal consigo mismo, no solo por preguntarle sobre algo que no tenía derecho a saber –sabía bien que al principio era una curiosidad por saber más de la persona que quería pero no esperaba eso–. Sino también por guardarle rencor a su progenitora desde de escuchar las cosas horrendas que le paso al contrario, como podía comparar todo lo que vivió con eso.

Haciendo que su pasado se viera como un simple berrinche. Su mente estaba tan perdida que solo se levantó de la cama y salió de la habitación sin decir nada.

Pico no lo detuvo sabía que necesitaba algo de espacio, no sabía la razón pero lo podía presentir. Solamente se dedicó a admirar la puerta abierta. Suspiro como lideraba un gran peso de encima, soltar eso fue difícil, era la primera vez que lo hacía.

Él sabía que todos debían tener secretos que tarde o temprano saldrían.

Él tenía el suyo bien guardado dentro de sí, un secreto que cargaba con el paso de los años. Secreto que al fin fue liberado, que no sabía cuánto necesitaba liberarlo pero solo podía hacerlo con alguien que en verdad confiaba.

Dirigió su mirada hacia uno de los muebles de la habitación encontrándose con el marco plateado de una de las fotografías familiar que poseía. Sonrió con nostalgia al ver los rostros "felices" de la foto. Era claro que su tío era el único que en verdad sonreía él y su padre solo tenía una mueca extraña sus caras. Negó con suavidad la cabeza soltando una risa al recordar el día que tomaron la foto.

Fue lo ultimo que hizo para después salir de la habitación.

|| Afterglow || BF x PicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora