|TREINTA Y SEIS|

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|36|Tú sí sabes quererme

Ambos se encontraban parados debajo de umbral de la puerta, se podía notar preocupación y tristeza reflejaban en los ojos de ambos. Frente a ellos se encontraba con la imagen de los dos hermanos durmiendo en la misma cama –como si de nuevo volvieran a ser un par de niños asustadizos– Keith sostenía a su hermana contra su pecho, ella aun tenia las mejillas húmedas mientras que el aun profundamente dormido parecía estar en estado de choque.

Al llegar a casa de la chica de ascendencia japonesa, Pico no dudo en arreglar su cuarto para que el par de hermanos descansara, tapo la ventana de la habitación con una sábana (para que la luz de la tarde no los molestara) mientras que la castaña se ofreció en hacer un té. Hoy tuvieron mucho que hacer, desde recoger a primera hora a Cherry del aeropuerto –ella al enterarse no dudo en comprar el primer boleto e ir hacia San francisco en apoyar a su amigo como él lo hizo cuando su padre falleció–, aparte de tener todo el papeleo listo para la iglesia y el crematorio. Tienen todo listo para mañana que sería la ceremonia.

Cherry miro al pelirrojo, él al responder su mirada solo le dio una sonrisa apagada indicándole que todo estará bien. Aunque se sentía raro, como ex pareja y actual pareja del peli celeste nunca supieron nada sobre la familia Larsen pero prefirieron ignorarlo. Pico cerró la puerta del cuarto para luego dirigirse junto con su amiga a la cocina de la casa. Mientras que esperaba que el agua calentara, ambos tomaron asiento en los bancos a lado de la isla de la cocina. Uno frente al otro, no sabían que decir en ese momento. Pico golpeaba con sus dedos el mármol de la mesada y por otro lado la castaña miraba con tristeza el lugar. Era claro que no había estado allí después de algunos años.

–Gracias por estar aquí –agradeció en voz baja el pelirrojo.

Los ojos de ella se agrandaron, no se esperaba eso pero aun así tomo aire y en sus gruesos labios se formó una diminuta sonrisa. Movió uno de sus mechones de cabello detrás de su oreja y con una voz suave a la vez que tranquilizadora respondió:

–No es nada, es lo menos que puedo hacer. Se lo que siente Keith y Miku...bueno al menor una parte.

–¿Pero esto no te afectara en tu trabajo? –pregunto Pico.

Sentía algo de duda y preocupación si este viaje inesperado afectara el trabajo de ella y más en este tiempo que agranda el negocio.

Quedo callado cuando ella movía su cabeza con delicadeza.

–No lo hará, le pague horas extras a mi asistente para que haga mi trabajo y yo pueda venir tranquila, no me importa gastar de más si es por un amigo –respondió como si no le importara.

Pico sonrió de lado y antes de que pudiera abrir la boca para hablar fue interrumpido por el chiflido de la tetera. La castaña en rápido movimiento se acercó y apago la estufa. De la alacena tomo prestada dos de las tazas para poder preparar un té de jazmín para ellos.

Una tensión se sentía, fuera aparte del asunto de la muerte de la madre de los chicos. Pico quería decirle sobre su relación, sabía que ella no se enojaría o reclamaría pero el miedo existía.

Ella volvió a la isla colocando ambas tazas junto con dos sobres de té y un par de cucharas. Cherry comenzó a preparar su bebida en silencio mientras que Pico soltó un gran soplido y hablo con seriedad:

–Keith y yo estamos saliendo.

El ruido de una cuchara cayendo sobre el mármol fue lo único que se escuchó en aquella habitación. Pico noto como ella observaba su reflejo en la taza como si buscara las palabras para responder ante tal confesión.

–Oh.

Expreso algo aturdido, levantando su fino rostro miro a su compañero.

–¿Desde hace cuándo? –pregunto con un tono atónico pero a la vez suave.

|| Afterglow || BF x PicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora