|| Afterglow || BF x Pico

|DIEZ|

|10|Mejores Amigos

–¿Salir? –abrió los ojos de sorpresa ante lo dicho por el pelirrojo.

–Si.

Miro a su compañero quien salió de las sabanas con rapidez, este se encontraba "¿emocionado?'" no sabía cómo describir ese rostro tan extraño en él. Podía jurar que eran apenas las cinco de la madrugada, ni siquiera el mismo sol se ha dignado a salir (aunque si lo hacía seria opacado por la cantidad monstruosa de nubes grises en el cielo).

Keith observo a su amigo quien por decir menos solo portaba un bóxer verde que utilizaba para dormir. Lo cual ya estaba acostumbrado de verlo de esa manera (desde que eran adolescentes dormían así sin problemas). Admiro sus múltiples cicatrices de tu torso y brazos podía jurar que había más cicatrices desde la última vez que lo vio tan detalladamente. Sabía bien que la mayoría de aquellas marcas era originarias por su trabajo pero otras eran causa por su adolescencia y sabia con perfección y sin ningún miedo a equivocarse cuales eran. No podía negar que se sentía curioso de verlas a detalle. Pero por ahora prefirió simplemente en cerrar sus ojos tomar aire y volver a donde estaban segundos atrás.

–¿A dónde iríamos? Todo se encuentra cerrado a esta hora.

–No lo sé, toda la emoción provoco que no pensara en eso.

Keith le aventó su almohada en la cara.

–Eres un idiota.

–Oh vamos Keith cuando te volviste tan aburrido.

–Y tú cuando te volviste alguien sociable.

–Tuche.

Ambos se vieron provocando se sonrieran de manera divertida la cual se desvaneció dentro de unos segundos, el pelirrojo recogió la almohada lanzándosela devuelta, Boyfriend logro atraparla en el aire y ponerla a lado. Surgió el silencio. Pico suspiro y decidió tomar asiento en la esquina de aquel viejo colchón mirando a un punto perdido de la habitación. Keith igualmente se sentó pero este miraba a su compañero.

–No quiero irme y dejarte solo –confeso mientras rascaba su nuca– digo... seguro que estarás bien sin mí, te viste más pálido y ni casi sonreías cuando llegue.

–Me va a costar estar solo de nuevo, pero estaré bien. Algún momento tengo que aceptar esta nueva realidad.

Sin dudarlo fue gateando hasta donde se encontraba él y sin aviso lo abrazo de espalda. Era raro un principio (y más cuando ambos se encontraban en ropa interior solo que la diferencia era que el joven de cabellera teñida portaba una camiseta vieja negra). Pico coloco su mano sobre las de su amigo acariciándolas con delicadeza con su pulgar. Las manos del pelirrojo eran rasposas pero a la vez muy cálidas. Keith ante la acción escondió su rostro en su espalda provocando que el pelirrojo templara un poco al sentir su respiración en su piel. Mientras que el menor se embriagaba con aquel olor particular del contrario, la mezcla de su perfume y sudor era encantador. Era un aroma nuevo y cautivador que provocaba que se relajara en aquel abrazo extraño.

–Creo que no hay café en el estante –comento soñoliento el menor sin despegar su rostro de su escondite.

–¿Qué? –susurro.

–Podríamos ir al súper por más café y tomarnos todo el día en el centro – coloco su mentón en el hombro del contrario sin romper aquel abrazo y lo miro con una media sonrisa– ¿Qué opinas?

–Me gusta la idea ¿Desayunamos en un café?

–Si pero no olvides los paraguas.

–Ok, entonces deja tomo una ducha y salimos.