|SIETE|

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|07| Tengo mucho que aprender de ti

Un fuerte dolor de cabeza comenzaba a invadirlo, poco a poco sus ojos fueron abriéndose dejando ver la imagen de la (aun) oscura habitación, con la poca luz que le ofrecía la ventana pudo notar el cuerpo de su compañero, quien le daba la espalda, su respiración era tranquila. Podía observar como su pecho subía y bajaba y aunque no pudiera ver su rostro sabía que este tendría una expresión pacífica. Keith se quedó unos minutos observándolo, nunca noto que a pesar de la personalidad brusca de Pico este siempre mantenía una postura tranquila y relajada. A pesar de conocerse de años.

Aun su mente estaba completamente perdida en sus pensamientos, no tenía ni puta idea que fue lo que sucedió ayer. ¿Por qué tan de repente comenzó a fijarse en las pequeñas acciones que el otro hacia?

Esos pequeños detalles como los hoyuelos que se le forman en sus mejillas cuando sonríe o el número de aquellas pecas (casi invisibles a simple vista) que adornaban sus mejillas; las cuales también es adornada por aquella barba bien rasurada que tenía. Una parte de él admitía que podía sentir una atracción por su amigo pero solo llegaba a eso una simple y sencilla atracción. Nada más.

Pico no era alguien feo al contrario toda su vida fue rodeado por chicas que comentaban a mente abierta lo sexy que era el pelirrojo. Nunca tuvo una relación seria siempre se hartaba de lo controladoras podían ser algunas de ellas. Suspiro en forma de rendición, tal vez con el tiempo podría olvidar aquella atracción y volver hacer los mismos de siempre.

Se acomodó dándole la espalda también, quería volver a dormir e ignorar todo pensamiento erróneo. Lo que menos quería era arruinar su amistad por unos tontos pensamientos.

[...]

Lo miraba a su lado mantenía la misma expresión serena de siempre. Caminaba bajo aquel paraguas negro mientras el caminaba bajo otro de color rojo. Solo el ruido de la gente y los autos a su alrededor era lo único que provocaba que el sonido de las serenas gotas de lluvias golpeando la tela fueran opacadas. La brisa mañanera movía con suavidad la cabellera de ambos.

—¿Todo bien? Te siento muy distante —pregunto Pico.

Por fin se dignó a hablar el mayor, aunque su vista estaba hacia el camino. Boyfriend lo miro no sabía que se estaba comportando distante, solo que su mente lo torturaba de cualquier forma que se perdia en si mismo sin darse cuenta que dejaba a su amigo sin ninguna explicación.

—¿Eh? Yo...—no podía decirle que no pudo descansar por andar pensando en él- creo que no dormí bien.

—Sera mejor que hoy yo duerma en el sillón.

—No...—intervino rápidamente.

Ambos detuvieron su paso en medio de la banqueta, Pico quien aprovecho que la que llegó a un espacio con poca gente para mirarlo a los ojos. Su rostro seguía serio, cosa que hizo que Keith tragara saliva y buscara una excusa barata para romper aquel ambiente incómodo.

—Lo que digo es que no es necesario, enserio, creo que no es eso —desvió su vista hacia otro lado para evitar mirarlo— Solo estaba pensando en...Cherry.

Lo último lo dijo con nostalgia, a pesar que era una mentira el tema de su ex novia aún era complicado. Se quedó callado unos segundos, dándose cuenta que todo lo que está pasando; pensar en Pico era una forma de no pensar en Cherry. O esa fue la conclusión que llego el chico de cabellera celeste. Era su forma más rápida para sacar la idea de sentirse atraído hacia el pelirrojo, pues él estaba seguro que no era gay y su amigo tampoco. Nunca lo vio interesado en algún hombre aunque también se notaba que no estaba interesado en algunas mujeres. Pico era un gran enigma para él, ya no se sentia digno en llamarlo mejor amigo.
El pelirrojo lo conocía tan bien pero Keith no tenía idea de los gustos románticos de su amigo.

Por otro lado Pico miraba a su amigo quien parecía hundido en sus propios pensamientos, una parte de él se sintió mal por creer que no hacia bien su papel de mejor amigo.

—Keith —lo llamo en voz baja.

Coloco su mano en su hombro, logrando sacar a su amigo de su propia guerra interna y antes que pudiera decir algo sintió como el pelirrojo lo abrazo provocando que ambos paraguas cayeran de sus manos, Keith tenía los ojos muy abiertos. Todos sus pensamientos negativos se esfumaron con el viento. Estaba seguro que no sabía quién era Pico pero se encontraba preparado para aprender quien es él.

Al separarse ambos se dedicaron una sonrisa de paz, Boyfriend cerro sus ojos y tomo aire mientras su compañero se dedicaba de tomar ambos paraguas y evitar que se mojaran más.

—Ahora ¿Nos vamos? pequeño idiota —le pregunto mientras le pasaba su paraguas.

—Claro, señor imbécil —respondió mientras le sacaba la lengua.

Tomo el paraguas mientras que su compañero fingía una cara ofendida por el apodo que le asignó pero lo único que consiguió este que ambos soltaran una sonora carcajada. Provocando que otras personas los miraran con extrañes, pero no les importara. Keith estaba feliz y se le notaba a kilómetros.

|| Afterglow || BF x PicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora