Mother's Day

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— Feliz día a la mami más hermosa de todo el universo entero. — le susurró al oído un castaño mientras abrazaba por detrás a su mujer estando aún acostados.

— Mmm... — respondió Mikasa acurrucándose más contra él, gozando de su calor.

Eren sonrió contra su cuello y depositó un suave beso en la zona, inhalando el aroma del shampoo de su esposa, haciéndola reír un poco.

— Iré a prepararte el desayuno. — musitó el ojiverde, levantándose con cuidado de la cama.

Se encaminó hacia la cocina, sus pies estaban descalzos y sólo portaba su pantalón de pijama. Su casa no tenía un gran tamaño como acostumbraban en la familia de su esposa, pero les resultaba cómoda y acogedora a la pareja, por lo que todos habían respetado su decisión.

La cocina era blanca en casi su totalidad, exceptuando por el refrigerador y una que otra decoración o utensilio. Casa pequeña pero bien decorada.

Preparó unos simples huevos revueltos con jamón y dos panes untados en mermelada a un lado, un desayuno rápido, pero aquello era lo que más se le solía antojar a su esposa. Vertió jugo de naranja en un vaso y colocó todo el desayuno en una mesita pequeña que le había comprado a su mujer cuando estaba encamada durante el embarazo.

A paso lento pero seguro, Eren se acercó a la habitación que compartían y abrió la puerta, la cual había dejado entreabierta para facilitarle el acceso.

Colocó la mesita en el buró al lado de su cama y se sentó junto a su esposa, a quien sacudió con suavidad para despertarla.

— Despierta, floja. — dijo con suavidad cerca del oído de Mikasa, depositando un beso en este.

— Un rato más, Eren... — se removió levemente.

— Lo haría si no fueran a ser las 12 y hubieses desayunado antes.

— Una vez al año no hace daño. — respondió decidida a dormir de nuevo.

— Mikasa de Jaeger. — dijo con firmeza, destapando a su esposa.

La mujer de 28 años suspiró. — Bien, bien.

Mikasa se sentó en la cama con cuidado, bostezando y estirando sus brazos mientras su esposo le posicionaba en las piernas la mesita con su desayuno.

— ¿Uh? ¿Y esto? — expresó al notar un empaque rojo al lado de su desayuno.

— Mi regalo por tu día. — respondió a su duda con una sonrisa encantadora. Seguía con el torso descubierto y su cabello literalmente despeinado, sonrojando a la fémina.

— Gracias. — desvió la mirada y empezó a devorar su alimento.

Eren rió levemente y fingió no haber notado la mirada de su esposa ante cierto pensamiento, y miró al costado de la cama, donde yacía a la orilla una barrera hecha de almohadas.

Y a su lado, una pequeña bebé de 4 semanas de nacimiento.

Una cosita de piel pálida y mejillas sonrojadas, con hebras azabaches y unas largas pestañas junto a unas gruesas cejas. Algo inquieta e insistente por atención.

Físicamente idéntica a la madre, pero con la misma actitud del padre cuando era bebé, según sus abuelos paternos.

Había sido una sorpresa para todos aquella noticia, pues tras 10 años de matrimonio, porque ellos se casaron demasiado jóvenes antes de entrar a la Universidad, no habían dado indicios de aumentar los integrantes de su familia hasta ese momento.

Carla Jaeger Ackerman había sido recibida con mucho amor por parte de la familia y amigos de ambos, en especial por Levi, Armin y Zeke, quienes tenían en alta estima a la azabache y al enterarse de la noticia, habían enloquecido de la felicidad.

Eren acarició la mejilla de su hija con un dedo, completamente embobado por aquella criatura. De todos, él había sido el más extasiado, aumentando al enterarse de que tendría una niña.

Carla no se inmutó al contacto, pues estaba profundamente dormida luego de hacer que sus padres pasaran la noche en vela a causa de sus llantos.

— ¿Sigues cansada? — le preguntó a su mujer mientras miraba aún a su pequeña princesita.

— Un poco, pero en cualquier momento despertará para comer. — empezó a morder y masticar uno de los dos panes con mermelada.

— Deberías abrir tu regalo. — desvió el tema, ansioso por que ella viera el contenido de aquel empaque.

— De acuerdo.

Dejó el tenedor junto al plato y tomó su obsequio, retirando la tapa y revelando un hermoso marco blanco con plateado, el cual contenía la foto que Armin les tomó el día en que despertó y le trajeron a Carla ya limpia, estando Eren y ella con Carla en brazos suyos.

— Es hermoso, gracias. — acarició la imagen de su bebé.

— No es mucho, pero sentí ideal darte nuestra primera foto como familia.

Eren tomó a la bebé con demasiado cuidado, con toda la delicadeza posible, pues estaba sujetando la cosa más pequeña y sagrada de toda su vida, uno de sus mayores tesoros.

A susto de ambos, Carla abrió sus pequeños ojos, mirando las esmeraldas de su padre con las propias, sin ninguna expresión en su rostro.

— Hola, princesa. — musitó suavemente mirando a su aún frágil hija. Un sentimiento inexplicable de felicidad lo inundaba cada que la veía a los ojos.

Aún le costaba asimilarlo, hace sólo unos meses se había enterado del embarazo y ahora, después de cuatro semanas pasadas, se sorprendía cada que abría los ojos y su bebé estaba a su lado. Mikasa no podía estar más feliz.

Aún estando desayunando, veía el como padre e hija se miraban con completa curiosidad, aunque la bebé aún estaba muy pequeña para percibir todo a su alrededor.

Mikasa siempre había soñado con formar su propia familia y cuando Eren le propuso matrimonio estando cerca su graduación de preparatoria, vio aquel sueño más cercano. Claro que muchos no aprobaban la idea, pues decían que aún eran demasiado jóvenes como para pensar en esas cosas y que tenían muchas cosas por experimentar antes de amarrarse a alguien, pero ambos querían vivirlas junto al otro.

Sin embargo, sus padres como siempre no pusieron objeciones ante aquello, cosa que la hizo sentirse mal por un tiempo, pues sus padres eran demasiado permisivos y aquello le hacía sentir que sólo buscaban quitársela de encima más rápido, mas ellos le dijeron que cuando tuviera sus propios hijos entendería que, aunque no es fácil, había un momento en la vida en que ya no podían elegir por ellos y debían soltarlos, dejarles vivir.

Ahora, siendo ella madre apenas, comprende que quiere que su hija tenga las mismas libertades que ella para que crezca con confianza en sí misma, en vez de ser completamente estricta y que haga cosas a sus espaldas.

Simplemente desea que su hija crezca libre y segura, tanto que siempre tenga la certeza de contarle todo a mamá y papá porque confía en ellos y no porque la obliguen.

Mientras Eren mecía a su hija suavemente, ella tomó su celular y decidió mandarle un mensaje a su madre, a quien nunca le agradeció todo lo que hizo por ella al hacerse ideas erróneas.

Ahora entiendo que todo lo que hacías era porque me querías y confiabas en mí y en las decisiones que tomaba. Quiero ser como tú y criar a mi hija como lo hiciste conmigo, porque fuiste la mejor mamá de todas.

Feliz día de las madres, te amo mucho, mamá.

— 🌺 —

Feliz día a todas sus mamis y a quienes cumplieron ese papel en sus vidas, que la vida lxs bendiga con muchos años junto a ellas.💕✨

Las actualizaciones estarán pausadas hasta que establezca mi nuevo calendario de actualización, jsjsjs, perdón.

_Nissy💕

De párrafo en párrafo • Editando, PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora