De párrafo en párrafo • Editando, Pausada

Recuerdo (12/15)

Entrada ya la noche, se encontraba sentado dentro de un bar, buscando ahogar sus penas en aquellos tragos amargos.

La noche se sentía cálida y a la vez tan fresca, tal como lo hacía ella.

— Es una noche muy linda, ¿no crees? — dijo aquella rubia que caminaba a su lado. — Es una pena que haga mucho frío. — se sobó los brazos con sus manos, buscando entrar en calor. — ¿A quién le gustaría una noche así?

Sonrió para sus adentros ante el recuerdo de una cita que tuvo, a ella solían gustarle...

Aún recordaba como en esas noches, ella amaba que él le colocara aquella bufanda alrededor del cuello, tal como el día en que se conocieron.

Miró por la ventana de aquel lugar, encontrándose con la Luna en lo alto del cielo, siempre tan brillante y perlada, justo como aquellos ojos grises que tanto lo enloquecían.

Le dolía recordar que ella ya no estaba a su lado, que se había ido, dejándolo solo.

Bebió un trago del vaso que sostenía en una de sus manos, sintiendo arder levemente la garganta por aquel amargo líquido.

Con su mano libre, sostenía dos anillos de boda, una que no logró llevarse a cabo y nunca lo haría.

Rió amargamente al escuchar de la radio esa canción. — Esa era tu favorita, ¿cierto, Mikasa? — dió un sorbo al vaso. — Nuestra canción...

Limpió una lágrima traicionera que se escapó de sus ojos, mientras guardaba en su bolsillo los anillos y sacaba una fotografía en blanco y negro.

Específicamente, una ecografía.

La ecografía de la niña que nunca pudo conocer y que jamás conocería. La princesa que habría conquistado al mundo con su sonrisa.

Dirigió si vista al árbol que se encontraba fuera del local, visualizando ahí se encontraría su amada de exótica belleza junto con una versión mini de ella... Si tan solo no fuese su imaginación.

— Feliz cumpleaños, Mikasa. — musitó al viento.