— ¿Porqué no le dijiste? — preguntó un rubio, en un volumen lo suficientemente alto como para que solo ella lo escuche.
— No sé de qué me hablas. — contestó ella, queriendo evadir el tema.
— Mikasa... — le advirtió.
La chica suspiró. — Él ya lo sabe, fue quien se dió cuenta. — reveló mientras levantaba la vista hacia Armin.
— Mikasa... Pero, ¿por... — ella lo interrumpió.
— No lo sé, hace tiempo que ya no sé lo que pasa por su cabeza. — expresó fríamente, su mirada irradiaba decepción y dolor.
Arriba de las celdas, se encontraba un castaño viendo hacia la ventana, manteniendo una expresión neutral pero estando arrepentido por dentro.
Había lastimado a las dos personas más importantes de su vida, pero era necesario, él sabía que ellos harían lo que sea con tal de protegerlo, aún si eso incluía morir; pero por primera vez en la vida, él sería quién los protegiera, tal vez no eligió la mejor forma de hacerlo pero estaba apresurado, la guerra se avecinaba y ésta fue la última opción que le quedaba para alejarlos de él, del peligro que representa. Solo esperaba que no haya sido en vano.
Su mayor deseo era dejarle un mundo de paz y tranquilidad a las nuevas generaciones, pero especialmente a Mikasa y Armin; él ya estaba maldito, cargaba con la mayor responsabilidad que alguna vez haya podido imaginar.
Y luego estaba Sasha, su punto de quiebre, se sentía culpable de no haber podido salvarla. Rompió su promesa, esa en la que juraba mantener con vida a todos sus amigos.
Ahora Connie lo odiaba y no lo culpaba, de haber sabido que ella pagaría las consecuencias de sus acciones, nunca habría hecho lo que hizo.
Jean, su relación siempre fue de odio-amistad, pero podía afirmar con total seguridad de que ahora solo prevalecía el odio. De seguro ahora lo quería muerto.
Levi, la persona que admira; siempre hizo lo imposible por protegerlo, creyó en él, confiando en que sería la salvación de la humanidad, pero todo cambió tras la muerte de Erwin.
Hanji, su comandante, quién alguna vez estaba maravillada por su existencia; de seguro, ahora no puede ni verlo.
— Hola. — espetó mientras entraba a aquella habitación, dónde pidió que trasladaran a sus mejores amigos, aunque ahora dudaba si lo seguían siendo.
— Hola... — Armin regresó el saludo por parte de ambos, ya que los dos sabían que Mikasa no le dirigiría la palabra en un buen tiempo.
Eren se acercó a la asiática dispuesto a darle un beso en la frente, como se les hizo costumbre después de ver el mar, sin embargo, ella le dedicó una mirada fría que él jamás se imaginó recibir. Se lo merecía y lo aceptaba.
Después de un rato en silencio y que les hayan traído comida, la ojigris habló. — ¿Para qué nos trajiste aquí?
— ¿Dónde está Historia? — esa pregunta dañó más el corazón de la azabache.
— Esa es información clasificada. — respondió el rubio.
— Si quieren vivir, desclasifiquenla. — amenazó sin ser verdad, él no tiene el valor ni el deseo de matarlos.
— Tanto para ti como para nosotros, es información clasificada. — reveló el ojiazul. — ¿Quieres obtenerla? Adelante, busca a alguien más. ¿Quieres matarnos? Adelante, pero deja que Mikasa se vaya con los Azumabito y mátame con tus propias manos, no por tus secuaces. — pidió sin miedo.
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De párrafo en párrafo • Editando, Pausada
أدب الهواة𝐄𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬, 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐫𝐚𝐟𝐨 𝐞𝐧 𝐩𝐚𝐫𝐫𝐚𝐟𝐨. » No todos los One-shorts estarán basados de acuerdo al manga. » Habrá Universos Alternos. » Probable contenido +18. » Todos los One-shorts s...