El viento soplaba suavemente aquella tarde, el invierno hacía de las suyas cambiando el color del paisaje, dándole un color frío que constrastaba con el cielo del atardecer.
Dos adolescentes de quince años se encontraban caminando calmadamente por el campo, el chico acompañando a la azabache a su hogar, el cual se encontraba fuera del distrito en el que vivían.
No había palabra alguna por parte de ellos, sólo caminaban disfrutando del ambiente, perdidos en sus pensamientos.
Hasta...
— A... A-¡Achú!
— ¿Mikasa?
La chica de nombre Mikasa había estornudado, un escalofrío le había recorrido por el repentino frío que sintió. Su ligero suéter rosado había dejado de ser un abrigo perfecto.
— Estoy bien. — volvió a caminar, restando importancia al leve temblor de su cuerpo a causa del descenso de temperatura.
El ojiverde suspiró, tomando su hombro para detener su andar. — No seas tonta, Mikasa.
— ¿Eren?
El mencionado comenzó a retirarse lentamente aquel pedazo de tela rojo que rodeaba su cuello, dejándolo al descubierto.
— Ven aquí. — ordenó con suavidad.
— Sí...
Mikasa se acercó al moreno y este comenzó a enredar la bufanda en su cuello con suavidad, acomodando correctamente la prenda.
— Es cálida, ¿no? — acomodó el borde del lado contrario al otro.
Mikasa tocó la suave tela. — Sí, es cálida.
Cálida como aquel tierno sentimiento que sentía por aquel joven frente a ella.
Tan cálida como el calor que se hace presente en ella cuando está cerca de él.
— Te queda mejor a ti que a mí. — le sonrió, causando un sonrojo en la ojigris.
En un acto de nerviosismo, Mikasa miró hacia sus pies, temerosa de que Eren pudiese escuchar los acelerados latidos de su corazón.
Salió de su burbuja cuando sintió que le tomaba de la mano suavemente, como si temiera romperla.
— ¿Eren?
— Ven, vamos a casa.
— ❄️ —Miro como caminas junto a ella, tan sonriente e ignorante de mi mirada. La forma en que tus ojos brillan cuando la miras es la misma en la que los míos lo hacen cuando te veo.
Expresan una gran alegría ante mis ojos lastimados.
Todavía recuerdo el tres de Diciembre, usando tu bufanda en aquella tarde. Un acto insignificante para ti, pero... Si tan sólo supieras lo mucho que me gustas.
Ella te tiene hipnotizado mientras yo muero porque jamás podré hacer brillar tus ojos como el cielo brillante.
Dime, Eren, ¿por qué razón te fijarías en mí? No soy la mitad de linda que ella.
— ❄️ —
Las clases dieron inicio, te sentaste a mi lado ajeno a la tormenta mental con la que me encontraba.
— Hola.
— Hola... — te devolví el saludo sin ganas, pero no te diste cuenta, aún seguías bajo su hechizo.
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De párrafo en párrafo • Editando, Pausada
Hayran Kurgu𝐄𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬, 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐫𝐚𝐟𝐨 𝐞𝐧 𝐩𝐚𝐫𝐫𝐚𝐟𝐨. » No todos los One-shorts estarán basados de acuerdo al manga. » Habrá Universos Alternos. » Probable contenido +18. » Todos los One-shorts s...