Suga•Danger

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Los tacones de mis zapatos resonaban con fuerza cada vez que golpeaban con el piso con una mano mantenía el largo vestido color azul marino lejos del suelo evitando que se arrastrara y ensuciara.

Estaba furiosa.

Se atrevieron a meterse con mi adorado bebé Min Yoongi y eso no lo iba a permitir bajo ninguna circunstancia, no mientras fuera su esposa y lo tuviera durmiendo en mi cama.

— no creo que sea lo mejor, usted sabe lo peligrosos que son y...

— te pedí que me acompañaras para no decirle a mi esposo que lo hiciera, no para que me sermonearas— dije con firmeza sin detener mi paso

—Bien - respondió rápidamente y no volvió a emitir ninguna palabra

Las grandes puertas se abrieron y detrás de ellas había tres hombre. Malditos.

Sonreí con amabilidad acercándome a la mesa donde estaba sentado uno de ellos quien por supuesto era su líder y el causante de que Yoongi haya sido golpeado hace cuatro noches.

Min Yoongi y yo estábamos felizmente casados desde hace cinco años, nos conocimos en la universidad yo estaba en primer año de la carrera y el está a un año de terminar la suya.

El punto clave de todo aquello es que la universidad a la que asistíamos era exclusiva, sus pagos mensuales eran ridículamente caros haciendo que solo fuera accesibles para hijos de grandes empresarios, doctores, abogados entre muchas profesiones más, pero también estaban los hijos de familias que lideraban pandillas o directamente gente importante dentro de la mafia...como mi familia y la de Yoongi.

Poco a poco el y yo nos volvimos cercanos, tengo que admitir que fue gracias a nuestros padres quienes comenzaron a trabajar juntos en un par de asuntos, una cosa llevo a la otra y dos años después de relación nos casamos. Fue una boda donde solo estábamos el y yo, no necesitábamos a nadie más.

Las cosas comenzaron a ponerse interesantes cuando nos involucramos de lleno en las actividades poco legales de nuestras familias, fue cuestión de meses para tener a nuestro mando a la mayoría de pandillas de esa zona.

Nosotros nunca nos metíamos con personas inocentes, siempre íbamos directo con quienes teníamos cuentas pendientes y yo tenía una cuenta pendiente con el hombre frente a mi.

— pero miren quien tenemos aquí, la hermosa señorita Min o debo decir ¿Señora?...como sea — hablo sonriendo—me sorprendió el que me haya pedido venir para hablar

— exacto, me alegra que haya aceptado— tomé asiento en la silla frente a él y en menos de un segundo uno de los hombres dejó sobre la mesa una pila de cartas

— me gustaría hacer esto más agradable

— haga lo que quiera— respondí mientras el barajaba las cartas —le quería preguntar directamente ¿Por que suga apareció golpeado hace cuatro días?

— oh eso— al parecer le hacía gracia recordarlo— no cumplió con uno de los acuerdos

—sea más específico— exigí dándole vuelta a las cartas que estaban frente a mi, no soy muy fan de los juegos de mesa pero me ayudan a distraer a los tontos como el.

— mucha de mi gente no volvió después de el enfrentamiento con la familia Tailandesa — explicó mirándome para después mirar sus cartas — yo no puedo darme el lujo de perder gente señora Min. No cuando son gente que no ha pagado lo que me debe.

— entonces debería de entrenar mejor a su gente para que puedan sobrevivir— explique con calma tomando una carta del montón— nuestra vida es así, el más hábil gana

𝖧𝗈𝗍 𝖲𝗁𝗈𝗍'𝗌 | 𝖡𝖳𝖲 | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora