La música resonaba en aquel lugar, la gente seguía llegando llenado los asientos vacíos, escuchaba las voces de mis compañeras y sus tacones yendo de un lado a otro de manera apresurada.
Revisé mi maquillaje una y otra vez asegurarme de que todo estuviera en su lugar. Sería una noche ocupada, el enorme letrero fuera del lugar anunciando bebidas al dos por uno estaba haciendo su magia, ademas de ser fin de semana.
Guarde el fajo de billetes en mi mochila, sin duda fue una noche muy buena, tal vez pueda irme de vacaciones pronto. Solo me faltaba cambiarme y podría irme a casa a descansar finalmente.—cariño, tenemos un problema—la voz de mi jefa en turno no mostraba nerviosismo alguno, pero si parecía apenada
—¿que ocurre?—pregunte deteniendo mis manos antes de que llegaran a mi rostro. Estaba a punto de desmaquillarme.
—Al parecer hubo un problema en la entrada, ya le advertí al responsable sobre esto. Alguien pidió un privado
—Lilian—suspiré cansada—tu sabes que yo no hago eso
—Lo se cariño, pero no se como tú nombre termino en la lista de chicas disponibles Y sabes qué hay muchos empleados nuevos así que supongo que fue un error de ellos.
En días como estos me incomodaba mi trabajo. No me gano la vida teniendo dos empleos, ni vivo cómodamente con mis madres, mi trabajo es algo desagradable, según muchas personas.
Mi trabajo como stripper comenzó hace algún par de años cuando mis padres pasaban por un mal momento, todo esto inició por necesidad pero siguió por gusto. Recuerdo que las primeras noches yo simplemente tomaba órdenes y recibía a la gente que entraba en ese club, pero cada día me llamaba más la atención el saber lo que se sentía estar en el lugar de aquellas chicas que en un par de noches lograban pagar su alquiler y mantener sus gustos caros.
Me considero alguien tímida, pero eso cambia cuando subo al escenario, las miradas de todos atentos a lo que hago, al movimiento de mis caderas y mis sobresalientes pechos eran muy llamativos para los hombres e incluso mujeres que iban a aquel lugar. Es claro que mis padres casi me llevaron a rastras a la iglesia, son muy religiosos y el que su hija bailara para hombres vestidos con poca ropa era algo atroz, aunque con ese dinero podía seguir estudiando e incluso manteniéndome mejor de lo que esperaba, no era un trabajo que pensaba mantener por mucho tiempo, solo hasta terminar mi carrera.
Mucha gente mi juzga, me critica e incluso pretenden humillarme al decirme toda clase de insultos cuando saben a lo que me dedico e incluso yo me avergonzaba con la simple idea de que dijeran " bailarina exótica " enfrente de mi cara, hasta que finalmente entendí una cosa;
" es mi cuerpo y lo que haga con el es mi asunto " avergonzarme de mi misma sería condenarme un infierno del que yo misma soy dueña.
Mi trabajo solo era bailar y sonreírme a los clientes, sólo eso. Conocía mis límites y nunca me pasó por la cabeza el siquiera aceptar besarme con alguien a quien no conozco y el lugar donde trabajaba no permitía aquellas actividades. Lo que si se permitían eran bailes privados, algo que tampoco hacía.
—el hombre insistió en quererte a ti, ya le explicamos lo que ocurrió pero dice que no se irá hasta que vayas a verle—explicó Lilian rápidamente
—Bueno, entonces se quedará sentado en el privado esperando a alguien que no llegara. Además, mi turno ya terminó.
—Deberías de ir a verlo, al menos para rechazarlo. Parecía conocerte, incluso mencionó tu nombre
Aquello si me sorprendió. Al igual que mis compañeras nunca era presentada en el escenario con mi nombre real por razones de seguridad.
Me coloqué mi pequeño abrigo para cubrir mi traje color rosa que solo tapaba lo necesario.
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𝖧𝗈𝗍 𝖲𝗁𝗈𝗍'𝗌 | 𝖡𝖳𝖲 |
Fanfiction" La imaginación no conoce límites, explora y crea todo tipo de situaciones, así sea para nuestra diversión, entretenimiento e incluso placer " - Shot's +18 - Heterosexual - Disfrutar