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Jimin• Change ur mind

" Ya lo tenía planeado, no había marcha atrás con aquel plan ¿que es lo peor que podría pasar?"

Esto mismo me recordaba una y otra vez mientras observaba con atención a Park Jimin, me alegraba no ser la única que lo observaba con atención, eso me permitía no sentir tanta vergüenza. Es imposible no mirar a ese hombre, el típico chico con una sonrisa adorable y confiada que tiene locas a las chicas de la universidad, su único defecto era ser hijo de la esposa de mi papá.

Hace tiempo había escuchado a alguien decir "los hombres muchas veces prefieren hacerse cargo de hijos  que no son suyos que de los propios" y eso tomó más fuerza cuando mis padres se separaron, específicamente por un engaño de mi padre.

Todo ese lió ocurrió cuando yo apenas tenía doce años, esa noche vi a mi mamá llorar mientras le gritaba a mi padre cualquier tipo de insulto con tal de hacerle daño. Ese día me enteré que mi padre le había sido infiel a mi madre y está al darse cuanta lo corrió de la casa, pero la vida da muchas sorpresas y una de ellas fue enterarme, un par de años después, que mi padre de había casado de nuevo y con su amante, quien ya había tenido un hijo.

Una niña no debería de pasar por esas situaciones tan desagradables y menos perder emocional y físicamente la presencia de su padre de un día para otro, el era mi mejor amigo, mi héroe y el hombre al que juraba querer por siempre, pero eso se fue desvaneciendo al igual que las visitas de él. Después de la separación de mis padres y con El Paso del tiempo pase  de ver a mi papá dos veces a la semana a no verlo, más que una vez al mes y después una vez cada tres meses.

Seguíamos teniendo contacto y la tristeza que alguna vez había sentido se había transformado en odio ¿cómo es que el se había atrevido a dejarme aún lado?

Mi padre fue una decepción en mi vida.

Muchas veces me preguntaba ¿que tiene Jimin  que no tenga yo? Porque si, mi padre nos había presentado formalmente cuando yo sólo tenía quince años y Jimin  dieciséis, el parecía un chico muy tímido ya que el pobre se ponía rojo cada vez que le hablaba. Mi padre pretendía que me llevara bien con el ¿pero cómo hacerlo si aquel Niño de ojos pequeños  se había convertido en mi remplazo?, muchas veces veo fotos de mi papá en sus redes sociales en algún evento o partido de fútbol abrazando a su hijastro, se veía tan  feliz compartiendo con el aquellos momentos, que siempre me largaba  a llorar.

Al poco tiempo me di cuenta que Jimin  era algo así como " el hijo Perfecto" inteligente, atlético, tranquilo y con una educación que pocos chicos de su edad tenían. Cuando me di cuenta que el era el orgullo de mi papá fue donde me propuse darle donde más le duele, en su querido hijastro Jimin.

Ciertamente, Jimin no tenía la culpa de lo que hizo su mamá, pero yo tampoco.

El plan era sencillo, convertirlo en algo más que solo un chico bueno, enseñarle lo divertido que pude ser algo de "rebeldía" le enseñaría como molestar a mi padre. Mi plan tenía un límite de seis meses, si en ese tiempo no logró mi propósito, me retiraré.

Dicen que la venganza no es buena, pero si fuera buena entonces no sería venganza.

Suspiré profundamente cuando vi a Jimin levantarse de su mesa, en la cual estaba con sus amigos, y dirigirse a la salida de la cafetería, tomé mis libros y camine rápidamente en su dirección.

Primera fase; ganarme su confianza.

Como mencioné antes, el y yo nos conocíamos desde hace cuatro años, pero eso no comenzó alguna amistad ni nada parecido. En la mayoría de veces que pude salir con mi padre, este siempre llevaba a Jimin, así que nos mirábamos más por obligación que por gusto, el  nunca fue grosero conmigo, aveces parecía que me tenía miedo. Por cosas de la vida, o mejor dicho por obra de mi padre, Jimin y yo terminamos en la misma universidad, realmente el hombre tenía una obsesión con que su hijastro ejemplar y yo nos tratáramos como hermano, quería hacerme parte de una familia que el mismo rompió.