Capítulo 25.

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El albino asintió y comenzó a salir del centro comercial, pensando en algún sitio para poder conversar, además podría ser directo y resolver sus sentimientos de una buena vez.
Ya era bastante tarde para poder ir a otro sitio, por lo cual tomó rumbo devuelta a la universidad.

**

—¿Y qué puedes hablar conmigo? —Inquirió curioso. —Si lo que quieres son deberes o trabajos, está bien, te ayudaré. —Declaró.

—Toma asiento. —Ordenó el pelirrojo.

El muchacho obedeció y tomó asiento en la cama del pelirrojo, mientras mantenía sostenidas sus propias manos, nervioso.
Kirinmaru se hizo una coleta mientras hablaba.

—Sé que tú eres el mejor amigo de Rin. ¿Verdad? —Comenzó con calma.

—Pues sí... —Y arqueó una ceja. —¿Porqué me dices eso?

—Porque sé que los mejores amigos saben todo de los mismos.

El chico entonces comprendió por donde iba.

—¿Qué quieres decir exactamente?

—Seré directo: —Y se cruzó de brazos posicionándose frente a él. —Quiero saber si Rin te ha dicho algo de mí.

Riku frunció el ceño, confundido.

—¿Puedes ser más específico? Porque está claro que sueles estar en boca de todos. —Respondió ladeando la cabeza.

—Sabes que me refiero a como soy a su vista. —El pelirrojo replicó el ceño fruncido.

—Ya entiendo. —Y rió un momento. —Pues, si lo que quieres saber es si le gustas...

El pelirrojo esperó con ansia e intriga la respuesta del muchacho, quien solamente rió y negó con la cabeza.

—No te lo diré. —Siguió riendo.

Kirinmaru dio un bufido con la actitud del chico, parecía saberlo, pero no parecía querer decirle lo que sabia. Ahí recordó un suave código de amistad y confidencialidad que solía tener con Sesshomaru, creyendo que él y ella lo poseían igualmente.

—Entiendo... El código del mejor amigo. —Y rodó los ojos. Luego, ideó algo. —¿Enserio soy feo? —Inquirió.

—¿Feo? —Repitió, perplejo. —Tú no eres feo... —Y lo observó. —¿No ves como enamoras?

El pelirrojo abrió sus orbes con sorpresa.

—¿Q-Qué?

—L-las chicas te aman, así que ni me veas de esa manera. —Farfulló. 

—No me extrañaría que yo pueda gustarte. —Comentó con desdén.

Riku silenció.

**

Ambos llegaron a la universidad, y se marcharon a sus adentros.

—¿Dónde sugieres ir? —Inquirió observando los pasillos.

—Podemos hablar en el pasillo si gustas, si ya no quieres seguir hablando, así solo entraras a tu recámara y listo. —Respondió encogiéndose de hombros. —Sabré que es una despedida.

¿Y Si Me Eliges A Mi?                           (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora