Capítulo 30.

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TOD@S EN ESTOS MOMENTOS:

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Sesshomaru y Rin permanecieron tan concentrados en su beso, que no notaron a quienes salían del ascensor, y estos otros estaban tan asombrados con lo que vieron a lejanías, que el ascensor casi se cerraba antes de que pudieran salir.
Y así lo hicieron.

Ambos se separaron para verse a los ojos y soltar una tenue risa, que se vio interrumpida cuando escucharon un chillido furioso por parte de Kagura.

—¡No puedo creer que hayas congeniado con esa tipa! —Comenzó, acercándose a ella.

Ambos voltearon abriendo sus ojos de par en par, sumamente anonadados.

—¿Qué haces tú aquí? —Inquirió frunciendo el ceño.

—¡Solo vine a darme cuenta que eres un idiota! —Siguió, furiosa. —¡¿Cómo pudiste dejarme por esta?!

—¡En primer lugar tu y él no eran nada! —Defendió la castaña.

—¡Calla maldita entrometida! —Se dirigió a la castaña.

—¡Calla tú! —Se puso de pie el albino, dándose cuenta que detrás de ella, a unos cuantos pasos se encontraban su padre y su mejor amigo. —Mierda... —Murmuró.

—¿Qué está pasando aquí Sesshomaru? —Interrogó el peliplata, acercándose a él en seriedad. —Quiero una buena explicación.

—Pasa, señor Toga, que me cambió por ella, me rechazó horrible por estar con esa niña... De clase baja. —Y se cruzó de brazos.

Toga lo observó sin decir nada.

—A mi no me importa su clase social. —Respondió el de orbes ámbar. —No me interesa que sea como tu o yo en el estatus social. —Espetó.

—¡Te declaré mi amor y lo mandaste a la basura!  —Alegó.

—¿Así? —Dijo el peliplata.

—Eso no es así y lo sabes. —Intervino la castaña. —Lo único que hacías era acosarlo sin cesar, además de no controlar tus celos inútiles.

—¡¿Y tú que sabes?! ¡Solo te metiste entre él y yo! —Exclamó, perdiendo los estribos.

—¡Sabes que es cierto Kagura! —Interrumpió el peliblanco. —Me cansé de tus celos enfermizos, siempre fuiste muy insinuante y cuando me di cuenta lo impulsiva que eres fue que decidí jamás volver a salir contigo. —Espetó.

—¿Eso quiere decir que salían? —Interrogó el mayor.

—Salimos un par de veces hace muchísimo, pero no quise seguir viéndola por su carácter. —Declaró.

—¡Miente! —Chilló. —¡Me dejaste por esta tipa! —Y la señaló con furia.

—¡Deja de decir eso! —Respondió la castaña.

¿Y Si Me Eliges A Mi?                           (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora