SeokJin no soportaba el dolor en su brazo y en la parte final de sus costillas, estar sentado en esa silla le parecía una tortura absoluta, aunque algunos paramédicos le habían dado atención, deseaba estar recostado en su cama reposando su dolor. Giró su vista en cuanto escuchó las voces de dos chicos pedirles a todos que abrieran paso y que salieran de la oficina.
—Lamento la tardanza, pero llamé a mi superior – Taehyung sonrió – él está llevando el caso.
—Detective Park Jimin – el rubio hizo una reverencia la cual SeokJin correspondió levemente – por favor, deme hasta el más mínimo detalle de lo que ocurrió.
—Nos encontrábamos en la casa de mis padres, como usted entenderá estábamos en la tranquilidad de nuestro hogar – jadeó – cuando de pronto ese hombre llegó con una navaja a amenazarnos, me aventó hacia una pequeña mesa para poder llevársela. Ella le teme aunque no lo demuestre por completo, y sigue en ese círculo vicioso por su madre.
—¿Podrías darme información acerca de BonHwa? – Jimin cerró sus ojos para ocultar el pequeño dolor que había en su nuca tras el pellizco que discretamente Taehyung le había dado – hace unos días me llegó una demanda hacia esa misma persona pero de parte de ésta chica. Supe por fuentes internas que su padre tiene antecedentes penales, y que tiende a ser una persona violenta.
—Es un drogadicto y un alcóholico de primera, no hay un día que el no beba – SeokJin suspiró – BonHwa trabaja en una cafetería conmigo para poder llevar algo de comida a su casa, en ocasiones me ha pedido que le compre sus artículos para que su padre no vea el dinero y se lo quite para gastarlo en sus vicios.
—¿Algún otro vicio además del alcohol y las drogas? – cuestionó Taehyung.
—Me contó BonHwa hace algunos días que las pastillas y las apuestas eran sus nuevos vicios – SeokJin cerró sus ojos tratando de recordar – me parece que hay un pequeño casino a unas cuantas cuadras de su casa, ahí es donde va a dejar el dinero que le roba a BonHwa.
Jimin no movía su vista de su computadora, cada una de las palabras que salían de la boca de SeokJin estaban plasmadas en ese papel digital. Sorpresivamente Namjoon todavía estaba ahí, notó que Jimin estaba con el chico de la demanda y se acercó hasta el lugar. Tocó la puerta de la oficina y Taehyung se encargó de abrirle.
—¿No deberías estar en casa, Jimin?
—El joven está aquí por lo del caso que estoy llevando – Jimin suspiró escribiendo su número telefónico en un papel para después entregárselo a SeokJin – puede contactarme con éste número, por favor, si sabe algo más no dude en notificármelo, nos estaría ayudando muchísimo a ésta investigación.
—Seamos felices, Jimin.
—Te quiero, BonHwa – habló con voz ronca el alfa – jamás te vayas de mi lado.
Ambos unieron sus labios en un cálido beso, sus movimientos eran lentos y suaves, disfrutando segundo a segundo el sabor y la calidez del otro. Jimin colocó una de sus manos en la cintura de BonHwa y la otra en su nuca para poder profundizar en su boca.
BonHwa abrió lentamente sus ojos, saliendo de aquel aparente sueño tan mágico para caer en su horrosa realidad, no podía mover casi su cuerpo, la sangre seca en su piel le asqueaba, aunado con el dolor tan inmenso que sentía de tan solo de respirar. Alzó con cuidado su cabeza visualizando su entorno, estaba en el mismo lugar que la noche anterior, a diferencia de que su madre ya no estaba sentada en el sofá. Se levantó con mucha dificultad y con el cuerpo tembloroso y adolorido caminó hasta su habitación, recargándose en la pared más cercana que tenía. Se metió a la ducha, quitándose la ropa con cuidado y abriendo la regadera para que el agua saliera, miró su cuerpo y sintió asco de sí misma, no soportaba verse en el espejo sin insultarse. Se abrazó a sí misma y comenzó a llorar, las lágrimas se perdían con el agua roja que su cuerpo desprendía y sus sollozos resonaban en esas cuatro paredes.
Se mantuvo un tiempo así hasta que se cansó de hacerlo, lavó su cuerpo con un poco del jabón especial que años atrás SeokJin le había regalado para su cumpleaños, se enjuagó y colocó una toalla alrededor de su cuerpo. Buscó la ropa más decente que tenía y se la colocó, adornó su cara con un poco de maquillaje y fue por unos zapatos cómodos. Al salir de su habitación, pudo toparse con su madre recargada en el comedor mirarle con arrepentimiento, simplemente la ignoró y pasó a un lado de ella, sin embargo, HaNa tomó su brazo con suavidad.
—Por favor perdóname, hija – sollozó – no quiero perder a ninguno y quizás suene tonto, pero tu padre te trajo de vuelta porque debemos estar juntos como familia.
—¿A ésto llamas familia? – BonHwa no quería tan siquiera verla – ¿Llamas familia a un hombre que te maltrata, te desprecia y te trata como una basura?
—Sólo es algo duro con nosotras, pero él nos ama...– BonHwa se soltó del agarre y giró su vista a su madre.
—¡Entiende, mamá, ese hombre es malo! – las lágrimas fluían sin permiso –¡No nos ama, sólo nos ve como minas que puede explotar a cada segundo! ¡Nos está matando, y yo no pienso vivir un día más en éste lugar!
—BonHwa...– HaNa observó como la chica detuvo su caminar para verla.
—Te odio mamá...– susurró con la voz rota – te odio por tenerle más amor a un hombre que a tu propia hija.
Salió del lugar dándose cuenta de que aún estaba algo obscuro, caminó con lentitud por las calles de la ciudad teniendo claro su destino, disfrutaba como todo era tan solitario y silencioso, pues en su casa sólo habían gritos, disfrutaba del aire fresco que respiraba, estaba libre el olor a tabaco del cigarro, aspiraba un aroma que no fuera el aroma del licor. Sonrió en cuanto vió aquel puente que había visualizado desde hace algunos meses pero que no le había tomado importancia hasta ahora, subió escalón por escalón sintiendo un poco de paz en su alma, se recargó en el metal observando como algunos coches transitaban por esa calle con tranquilidad. Tomó una bocanada de aire grande a pesar de que le doliera, subió sus pies a una de las barandillas del puente y una vez estable, extendió sus manos a los lados, sintiendo como el aire impactaba en su cuerpo y cerró sus ojos dejándose llevar por su dolor. Sus pies temblaban en el metal, no lograría estar estable por mucho tiempo y lo sabía, por eso escogió ese lugar para hacer su cometido.
—¡BonHwa! – un grito desesperado le hizo voltear – ¡Por favor, detente!
Perdió el equilibrio y cerró sus ojos nuevamente, creyendo que su momento había llegado, sin embargo, la mano de esa persona tomó la suya sosteniendola con fuerza.
—Por favor, déjame morir – ella miró hacia abajo – ya no quiero estar aquí.
—Hoy no morirás...– no podía distinguir el rostro de la persona debido a la oscuridad del lugar pero pudo notar como sonrió dulcemente – te lo prometo.
Chan, Chan, Chan.
¿Quién creen que sea esa persona?
A su servidora se le fue el internet casi todo el día y no pudo actualizar, pero ya estamos aquí :')
ESTÁS LEYENDO
Orbit » PJM
General FictionLa diosa luna no da segundas oportunidades, no obstante, decidió darle una nueva vida a Park Jimin para enmendar los errores del pasado. Los papeles se han invertido ahora y Bae BonHwa ya no es la misma de antes, sin embargo, el destino era el mismo...