La diosa luna no da segundas oportunidades, no obstante, decidió darle una nueva vida a Park Jimin para enmendar los errores del pasado.
Los papeles se han invertido ahora y Bae BonHwa ya no es la misma de antes, sin embargo, el destino era el mismo...
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Jimin alzó su vista y miró a Kyrell reír con maldad, sus temores volvían a su cuerpo tal y como la primera vez que vio morir a BonHwa, sabía a la perfección que hasta no destruir a esa mujer no podrían ser felices, se cuestionaba a si mismo dónde se encontraba la diosa que le prometió todo cuando aceptó vivir de nuevo en un mundo desconocido, lo había abandonado a su suerte, sin decir adiós o advertirle de lo poderosa y peligrosa que era su hermana. El sonido de las sirenas pertenecientes a algunas patrullas llegando a su casa hicieron que la mujer sonriera y caminara hasta asomarse por la ventana.
—Taehyung está aquí, mojando su cuerpo por ti, Jimin – rió cubriendo su boca – ustedes los humanos son tan patéticos.
—No lo lastimes – Jimin se levantó – él está fuera de nuestros conflictos.
—¿De verdad crees que está fuera de ésto? – la mujer giró su cuerpo para ver al castaño – él también hizo un trato con mi hermana, no puedo dejarlo de lado.
—Es lo único que te pido, deja a Taehyung en paz.
—De acuerdo – se acercó hasta él – dile que no hay nadie y que pueden irse.
Jimin mordió su labio y posteriormente se dirigió hasta la puerta para abrirla, la lluvia era intensa y los relámpagos no dejaban de aparecer en el cielo, creando una atmósfera aún más tétrica. Taehyung dió algunos pasos hasta llegar a donde se encontraba su amigo.
—¿Todo bien? – bajó la capucha de su impermeable, notó como el chico mordía su labio y sus manos temblaban – ¿Jimin?
—Todo está en orden, la persona ya se fue – el castaño asintió mientras sus labios pronunciaban en silencio Kyrell – pueden regresar a la estación.
—Entiendo – asintió lentamente leyendo a la perfección los labios de Jimin – cualquier cosa puedes llamarme.
—Descuida, lo haré.
Cerró la puerta y dejó caer la primera lágrima, se preguntaba cuándo terminaría de pagar sus errores, él solo quería ser feliz a lado de la persona que ama y tener una hermosa familia, sin embargo, el destino le estaba dando una lección que jamás olvidaría, sus errores le estaban costando muy caro y le dejaban un mal sabor de boca. Kyrell aplaudió con fuerza mientras no paraba de reír.
—Impresionante, príncipe – dió tres pasos – creí que le soltarías todo a tu amigo.
—Hice un trato contigo – frunció su ceño – yo cumplo, tu cumples.
—Cariño, ¿Sabías que es malo hacer tratos conmigo? – caminó alrededor de él – todos terminan mal, la única que ha salido invicta es tu querida BonHwa, aunque pronto eso será solo un recuerdo.
Kyrell divisó una sombra merodeando por la entrada de la casa, sonrió al ver a Taehyung caminar de un lado a otro con una expresión pensativa y algo angustiada, efectivamente ya no había ningún oficial ahí más que él.
