S I E T E

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—Choi YeonJun, ¿Cierto? – el pelinegro no tenía la más mínima intención de contestarle a Jimin – tus hermanos son Choi BeomGyu y Choi SooBin

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—Choi YeonJun, ¿Cierto? – el pelinegro no tenía la más mínima intención de contestarle a Jimin – tus hermanos son Choi BeomGyu y Choi SooBin.

—No pienso decirte nada, así que ahórrate la saliva y lárgate – YeonJun jugueteó con sus esposas – estúpido oficial.

Jimin suspiró y revolvió su cabello, tratando de mantener la cordura.

—Estoy tratando de ser amable contigo - Jimin le miró molesto – no me hagas ser rudo.

—¿Rudo? – YeonJun rió – ¡Por favor, oficial!

—Detective...– habló entre dientes.

—Está bien, detective – el pelinegro usó un tono sarcástico para dirigirse a Jimin – en Fénix no resistiría ni un sólo segundo, con esa carita tan perfecta y ese debilucho cuerpo no llegaría para nada lejos.

—Dime dónde está tu padre y te reduciré la condena – Jimin levantó una de sus cejas – ¿No te parece agradable mi propuesta?

—Nadie te dirá la ubicación de ese viejo – YeonJun se levantó de su asiento – ni mis hermanos ni el inútil de Jung Hoseok.

Jimin detuvo un momento su interrogatorio enlazando todo a la velocidad de la luz, al parecer todos los papeles se habían invertido aquí a comparación de antes, los hermanos Choi estaban del lado de su padre y Hoseok era repudiado por el ser que más lo amaba en Phoenix. Parpadeó algunas veces para regresar a la realidad, le llamó al oficial que custodiaba la sala de interrogatorios y el hombre se acercó hacia él de inmediato.

—Por favor, lleva al caballero a su celda y trae al preso 180294 – Jimin vió por última vez a YeonJun – tú y toda tu familia se pudrirán en la cárcel por hacer sufrir a tanta gente.

—Házlo, detective Park – YeonJun sonrió mientras lo levantaban de la silla – nadie podrá detener los planes de mi padre.

En cuanto abandonó la sala, Jimin se colocó de cuclillas intentando regular su respiración, los nervios lo estaban matando y la incertidumbre de saber cómo estaría BonHwa, aunque no dudaba que estuviera protegida por Jungkook.

Paciencia, príncipe – Jimin alzó su vista tratando de encontrar la figura de la diosa luna, sin embargo solo podía escuchar su voz - estás cerca de BonHwa, sólo espera un poco más. Lo estás haciendo bien.

—Oficial Park, aquí está – Jimin se levantó del suelo y pudo observar como el ahora castaño venía con la cabeza baja y un semblante demacrado – ¿Necesita algo más?

—Así está bien, muchas gracias.

El hombre salió no sin antes darle una reverencia a su superior, el rubio siguió analizando a Hoseok en silencio, observó como su mirada estaba perdida, su rostro tenía algunas marcas y al parecer lloraba en absoluto silencio, Jimin se sentó frente a él para comenzar el interrogatorio.

Orbit » PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora