La diosa luna no da segundas oportunidades, no obstante, decidió darle una nueva vida a Park Jimin para enmendar los errores del pasado.
Los papeles se han invertido ahora y Bae BonHwa ya no es la misma de antes, sin embargo, el destino era el mismo...
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BonHwa se hallaba en la entrada de la casa de Jungkook, los policías le habían entregado sus pertenencias, su celular, billetera, algunas alhajas, las llaves de su auto y las de su casa. Introdujo la llave con cuidado y se adentró en la oscuridad de la casa, cerró la puerta caminando hasta la habitación de Jungkook, se recostó en su cama aspirando el aroma del chico sollozando.
-¿Por qué te fuiste de mi lado, Kook? - colocó su antebrazo sobre su frente - ¿Por qué?
En esos momentos odiaba haber encontrado a Jimin, si ella no se hubiera visto con él, hubiesen seguido los planes que Jungkook y ella habían hecho, casarse, tener hijos e irse a vivir a Italia para hacer una nueva vida lejos de Corea, sin embargo, muy adentro de su corazón había una parte que amaba a Jimin como la primera vez que lo conoció. No podía creer que aún estando en otro mundo JiHwan siguiera lastimándola, aunado ahora con que su madre la odiaba, su vida se estaba volviendo una completa porquería y ya no quería seguir en lo mismo.
Escuchó como la puerta principal fue abierta y ella sin pensarlo se levantó alerta ante cualquier movimiento extraño, sin embargo, su corazón se encogió al ver a los padres de Jungkook sentados en el sofá de la sala.
-Mujer, por favor...- el adulto acariciaba la espalda de su esposa - esa fue la voluntad de nuestro hijo.
-¡Me rehúso a cumplirla! - la respiración de la mujer era irregular debido al llanto - esa perra es la única causante de la muerte de nuestro hijo, no se lo merece.
BonHwa sintió como si hubiesen vaciado sobre ella un balde de agua fría, una especie de culpabilidad se instaló en su cuerpo, haciéndola salir de la habitación con cautela. Ambos adultos notaron la presencia de la chica girando sus rostros hacia su dirección.
-Señora Jeon, yo...- no pudo terminar la frase cuando la mujer caminó hasta ella y estampó su mano contra su mejilla.
-Ni siquiera deberías estar aquí - BonHwa comenzó a llorar en silencio - la muerte de mi Kookie es totalmente tu culpa, grábate eso en la cabeza.
La mujer tomó su bolso y salió de la casa, dejando solamente al padre de Jungkook con BonHwa.
-Señor, lo siento mucho - ella se agachó a los pies del hombre - jamás quise hacerle daño a su hijo.
-Vamos, levántate muchacha - la levantó para después colocar con suavidad sus manos en los hombros de BonHwa - ésto no es tu culpa, mi esposa quiso que Jungkook trabajara en eso para que te olvidara, pero mi hijo jamás lo hizo.
-Jungkook era un gran hombre - suspiró tratando de controlarse - no tengo ni la más mínima duda.
El hombre tomó una gran bocanada de aire para después proseguir con su habla.
-BonHwa, ésta casa es tuya - le entregó unos papeles - hace unas semanas me pidió que colocara a escondidas de su madre las escrituras de ésta casa a tu nombre, también el auto y todo lo que hay aquí.
