—¡Mi gran Jeon! – el hombre reía mientras palmeaba con fuerza la espalda del pelinegro – ¿Por qué no contestabas mis llamadas?
—Tenía algunos pendientes que resolver, señor – musitó en voz baja – ¿Qué es lo que necesita?
—Tu conoces a mi sobrinita – giró su rostro hacia la mujer detrás de él – ¿Cómo se llama, HaNa?
—BonHwa, JiHwan– la mujer le llevaba una licorera y dos pequeños vasos de cristal – se llama BonHwa.
—Esa misma – JiHwan sirvió un vaso con licor y se lo entregó a Jungkook – esa pequeña lacra tiene una deuda con mi hermana, y sé cómo cobrarla.
—Tu eres su novio, ¿Cierto? – él asintió con nerviosismo ante la mirada intimidante de la mujer – la traerás aquí, para se una a nosotros.
—¿Qué? – Jungkook dejó a un lado el vaso – ¿Están locos? BonHwa tiene contacto con el detective que está buscando sus cabezas.
—Ese detective es lo de menos – JiHwan sonrió – sé dónde vive, puedo pedir que incendien su hogar y problema resuelto.
—P-Pero, ¿Para que la querrían aquí? – los nervios parecían estar delatando la angustia de Jungkook – ya tenemos suficientes mulas, he reclutado las suficientes.
—Necesito un chivo expiatorio que entregarle a la policía para despistarlos – JiHwan enarcó su ceja – ¿La estás protegiendo?
—P-Para nada, señor – carraspeó – lo que quiero decir es que quizás esa distracción resulte contraproducente, teniendo en cuenta que ella tiene fuertes lazos con la policía.
Ambos adultos parecieron pensarlo por un momento. HaNa se acercó a Jungkook y lo tomó de la chaqueta con brusquedad.
—Entonces mátala y desaparece su presencia del mapa – ladeó su cabeza – por lo que supe ella se fue con ese detective, ¿No es así?
—No te incumbe esa información – Jungkook quitó las manos de la mujer con fuerza – además, ¿Por qué querrías matar a la persona que te libró del infierno en el que vivías?
—No te incumbe esa información – le regresó sus palabras – sólo concrétate a hacer lo que te pedí, es tu vida o la de ella.
—Haz lo que te pide mi hermana, Jungkook – JiHwan sonrió mientras jugaba con su vaso – no querrás pasar por lo mismo que Hoseok, ¿Verdad?
Jungkook negó, hizo una reverencia a los adultos y salió del lugar con las emociones a flor de piel, se subió a su auto y lo encendió conduciendo a alta velocidad.
—Tranquilo, flash – Kyrell apareció sentada en el asiento del copiloto con una sonrisa algo burlona – te matarás si manejas a esa velocidad.
—Guarda silencio – espetó Jungkook – no estoy de humor.
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Orbit » PJM
General FictionLa diosa luna no da segundas oportunidades, no obstante, decidió darle una nueva vida a Park Jimin para enmendar los errores del pasado. Los papeles se han invertido ahora y Bae BonHwa ya no es la misma de antes, sin embargo, el destino era el mismo...