La diosa luna no da segundas oportunidades, no obstante, decidió darle una nueva vida a Park Jimin para enmendar los errores del pasado.
Los papeles se han invertido ahora y Bae BonHwa ya no es la misma de antes, sin embargo, el destino era el mismo...
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—¡¿Qué hiciste qué?! – Jimin tomó de la camisa a Taehyung con agresividad – ¡¿Cómo pudiste poner en riesgo su vida?!
—Detective...– Jimin le dedicó una mirada fulminante al castaño.
—No te metas en lo que no te han llamado, Hoseok – masculló entre dientes – te pido que salgas de la habitación y sigas viendo las grabaciones de las cámaras.
—Pero...– Jimin soltó a Taehyung para intimidar a Hoseok.
—¿Desobedecerás a tu superior? – el castaño agachó su vista ante la voz gruesa del rubio – eso creí, así que ahora, fuera de aquí.
El chico se fue con la cabeza gacha cerrando la puerta con delicadeza, Jimin gritó tirando la mesa que había ahí dentro para después posar sus ojos en Taehyung y abalanzarse hacia él, sin embargo, éste último pudo esquivar sus golpes facilitándole tomar con fuerza el brazo de Jimin y colocarlo detrás de su espalda, no obstante, Jimin era sumamente flexible, así que colocó sus piernas alrededor de la cabeza de Taehyung para después safarse y girar su cuerpo para derribarlo por completo. Montó su cuerpo arriba de el de su amigo para proporcionar golpes que evidentemente pudo esquivar, después de algunos minutos lograron cambiar de posiciones, ésta vez Taehyung estaba sobre Jimin tomando sus muñecas con fuerza.
—¡Es suficiente, Park! – la respiración agitada de ambos resonaba en el pequeño espacio – ¡Park Jimin!
El rubio mantenía sus ojos cerrados mientras sollozaba desesperado, su pecho brincaba y su cuerpo sufría de ligeros espasmos debido al llanto.
—¿Por qué lo hiciste? – susurró con la voz entrecortada – ¿Por qué?
—Iban a encerrarla por matar a Jungkook – Taehyung afianzó un poco más su agarre – sólo busqué la manera de mantenerla a salvo.
—¡¿Dejarla en manos de las personas que más la odian es mantenerla a salvo?! – grande fue su sorpresa al ver los de Jimin brillar en tonalidades doradas, tal como lo vió por primera vez en Timoría – ¡¿Por qué permitiste eso?!
—Fue un trato que hizo con los jefes superiores, nos pidió que te dejáramos fuera de ésto para que pudiera colaborar con nosotros.
La puerta fue abierta con brusquedad, alertando a ambos chicos en el suelo.
—Chicos, el brazalete perdió ubicación – SooBin se recargó sobre la puerta para tratar de recuperar un poco de aire – la última que pudo rastrearse fue en el aeropuerto, hace dos minutos.
Ambos se levantaron y corrieron hasta la sala principal, en dónde aquella pantalla gigante con un mapa marcaba con rojo varias ubicaciones. Hoseok tecleaba todo para poder obtener la mayor información posible, sin embargo, no había mucha que pudiera ayudar a algo.
—El audio, los vídeos, ¡Localiza todo, Jung! – Taehyung revolvía su cabello con frustración – ¡No puede perderse!
Jimin caminó hasta la cabina de audio de la estación y encendió el micrófono.
